========== Destino capítulo 9 ==========

========== Instrucciones ==========

* Narrador
 ** Andrómeda
 *** Hyde.

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*Al día siguiente ambos parten a los funerales: Andrómeda lleva su uniforme de general con unos lentes oscuros, para evitar que la vean llorar. En cambio, Hyde opto por llevar pantalón negro, una chamarra de cuero oscura y lentes oscuros para tratar de pasar desapercibido.

El funeral se torna sumamente triste, en total 50 muertos y 150 heridos, todos trabajaron fielmente para su general a la cual apreciaban y admiraban.

Hyde se percata que Andrómeda está a punto de sucumbir ante la tristeza, por lo que toma su mano y entrelaza sus dedos con los de ella.

Andrómeda al sentir el apoyo de Hyde se siente con la fuerza para enfrentar esto.

Al terminar los funerales los reporteros esperan una declaración de la general.

- Andro ¿Quieres que me aparte? – le dice Hyde al oído.

- Te necesito aquí conmigo – Hyde accede con su cabeza.

Los reporteros comienzan las preguntas…

- General ¿Dónde estaba cuando sucedió el ataque?

- Estaba en un curso.

- General ¿Cómo van las investigaciones?

- Por el momento no puedo abandonar el curso, pero descubriré quien planeo esto y personalmente lo capturaré y lo llevaré ante la justicia.

- General ¿Quién es su acompañante?

- No más preguntas.

Andrómeda sube a un auto del cuartel junto con Hyde, va bastante molesta por la última pregunta.

- ¿Crees que empiecen con rumores? – pregunta Hyde.

- Lo harán.

Llegan al hospital donde está internada Lucy…

- ¡Amiga! – Andrómeda se pone feliz al ver que su amiga está bien.

- Andro no llores, estoy bien.

- Buenas tardes señorita – dice Hyde – espero se recupere pronto, Andro te dejo para que platiques, cualquier cosa aquí estoy.

- Sí, gracias – Hyde toca el hombro de Andrómeda y sale del cuarto.

Lucy se queda viendo a Andrómeda hasta que se anima a hablar.

- Andro ¿ese es el general Hyde?

- Sí.

- Ay maldita perra, cuantas quisiéramos tu suerte.

- Lucy ni enferma cambias.

- Perra que suerte tienes.

- ¿Cuál suerte?

- O sea le gustas a Hyde, maldita.

- No le gusto – Andrómeda se sonroja.

- Ay ¡por favor! Andro, ese guapote sexy esta que se muere por ti.

- ¿Crees?

- Claro y tú también estas que babeas por él.

- No Lucy.

** Lucy se me queda viendo exigiendo la verdad, no puedo mentirme más.

- Está bien, últimamente solo quiero estar con él.

- ¿Te gusta?

- Sí es guapo – no puedo negarlo – pero no es solo eso, sino que últimamente hemos estado muy unidos.

- ¿Cómo lo conociste?

- En el curso, me toco compartir recámara y cama.

- Maldita desgraciada duermes con él.

- Siempre dormimos muy separados, pero ayer me dormí abrazada de él.

- Perra – me guiña el ojo – me da gusto, pero esto no parece atracción física sino amor.

- No lo sé – respondo confundida – y tú ¿de dónde lo conoces?

- ¡Andrómeda! Salió en el ranking de los generales más sexis.

- Nunca me entero de las revistas.

- Y ¿Por qué no le dices lo que sientes?

- No puedo – me levanto – ahora regreso voy a preguntar de nuestros compañeros.

*** Regreso a buscar a Andrómeda. Abro la puerta y veo que solo esta Lucy.

- Disculpa y Andro ¿Dónde está?

- Ahorita regresa, Hyde acércate.

- Dime

- ¿Te gusta Andrómeda? – su pregunta hace que me sonroje.

- No lo sé – realmente estoy confundido.

- Un consejo, si amas a mi amiga, díselo no esperes que ella lo haga, porque no se atreverá y no la hagas sufrir ¿ok?

En eso entra Andrómeda por lo que ya no le respondo a Lucy.

- Andro tenemos que irnos.

Andrómeda se despide de su amiga, tomamos rumbo a la casa de Kai, Andrómeda se recarga en mi hombro y se queda dormida, mientras yo no dejo de pensar en lo que me dijo Lucy. No me puedo mentir más, la amo, pero ¿confesarle mis sentimientos? No sé si pueda. Lucy me dio a entender que Andro siente lo mismo por mí, pero ¿y si me rechaza? No sé qué hacer.