lunes, 12 de agosto de 2013

========== Destino, capítulo 19 ==========

========== Instrucciones ========== 


* Narrador.
** Andrómeda
*** Hyde.

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** Después de que Hyde me ha declarado sus intenciones no puedo negar que me siento sumamente feliz. 

Random entra a la recámara, trato de ignorarlo. 

- Andro. 
- Mande Hyde.
- Toma te compre esto – me da una caja de regalo, al abrirla veo que es un hermoso vestido blanco.
- Es hermoso, gracias.
- Ese vestido lo usaras el día que conozcas a mi madre.
- Aún falta mucho para eso, que adelantado eres.
- Lo se amor, pero este es ideal.
- Y ¿No lo puedo usar en ninguna otra ocasión?
- ¿Querías usarlo antes?
- Sí, en mi cumpleaños.

*** - Claro úsalo – había olvidado con todo lo de Random que en una semana será el cumpleaños de Andrómeda.

- Gracias.
- No me lo agradezcas, cuando nos casemos te compraré muchas cosas.
- Yo solo quiero tu amor.
- Andro ese ya lo tienes.

Random arde de furia puedo verlo en sus ojos.

* Pronto ha llegado el cumpleaños de Andrómeda, Kai decidió hacer una cena para festejarla.

Andrómeda está sola en la recámara usa el vestido que le regalo Hyde. 

- ¿Se puede? 
- Hyde, pasa.

Hyde se queda un momento en silencio viendo a su amada. 

- Andro te ves hermosa. 
- ¿Lo crees?
- No lo creo, es la verdad. Toma esto es para ti – Hyde le da una pequeña cajita.
- ¿Otro regalo? – Andrómeda la abre y ve que es un brazalete hecho de plata, adornado con cristales del planeta de los hielos eternos, esos cristales son sumamente escasos y por lo mismo muy caros.
- ¿Te gusta Andro?
- Sí, pero es muy caro no puedo aceptarlo.
- Tienes que, porque lo pedí a la reina especialmente para ti, ven – Hyde toma la mano de Andrómeda y la lleva al balcón y pone el brazalete contra la luz de la luna.
- Dice “a la dueña de mi corazón” 
- Así es, mi alma es tuya – Hyde le pone el brazalete – vamos.

** Bajamos a la sala, me gustó mucho el regalo de Hyde no por lo caro, sino por el romanticismo de que a la luz de la luna se vea esa leyenda. 

- Hija mía – Kai me abraza – para los que no lo saben Andrómeda es mi hija.

Todos se sorprenden por tal declaración, la cena es bastante amena.

- Yo quiero decir algo – dice Hyde – quiero compartirles que me retirare como general.

Todos se sorprenden, yo no porque ya lo sabía, aun así no estoy de acuerdo. 

- ¿Por qué Hyde? – pregunta Ken.
- Porque amo a Andro y quiero pasar toda mi vida a su lado, por eso me retirare para estar con ella, además dentro de dos años y medio que regrese mi madre me casare con Andro. Bueno ¿si tú quieres?
- Claro que quiero – aunque falta mucho me emociona demasiado el que él ya piense a futuro.
- Eso si no te la quito Hyde – responde Random.
- Ya me harté y no me interrumpas Kai – digo enojada – mire Random mi amor por Hyde es muy grande y usted no lo entiende, así fuera el ultimo ser de este universo jamás seré algo suyo.

Me levanto y derramo mi copa de vino en la cara de Random, me salgo bastante molesta. 

*** Estoy a punto de golpear a ese estúpido por arruinarle su cumpleaños a mi amada, pero me importa más mi hermosa, por lo que voy detrás de ella. La encuentro columpiándose. 

- Andro ¿estás bien? 
- Sí amor, me hizo enojar, pero sabes estoy tan feliz. 
- ¿Por qué hermosa?
- Porque Kai por fin me acepto como su hija, porque tú estas aquí conmigo y te amo como a nadie.

Me hace tan feliz escuchar sus palabras que la abrazo con todas mis fuerzas. 

- Mira te voy a enseñar algo – Andrómeda me toma de la mano y me lleva por detrás de la casa, hay un cuartito.

* Entran los chicos, el cuarto es un salón de juegos perfectamente al alfombrado y acomodado. 

- Era mi salón de juegos ¿Te gusta? 
- Sí, es lindo.
- Mira – Andrómeda le señala al techo mientras apaga la luz, en automático el techo se hace transparente y es medianamente iluminado por la luz de la luna.

Andrómeda pone música, Hyde se acerca y la toma por la cintura comienzan a bailar lento, dan vueltas alrededor del cuarto, Hyde la carga un poco mientras gira con ella pierde el equilibrio y cae con ella, la alfombra amortigua la caída. 

- Que maravilloso – dice Andrómeda mientras se inca viendo hacia la luna. 
- Lo es – Hyde se acerca y comienza a besar debajo del pelo de su amada, baja sus labios por la espalda de Andrómeda. Desabrochando lentamente el cierre del hermoso vestido que le regalo hasta despojarla del mismo. 

Se besan para acabar nuevamente en el piso, entrelazan los dedos de una de sus manos. Hyde y Andrómeda continúan besándose, el romanticismo se apodera de la habitación, las perversiones y sensualidad son dejadas de lado para convertirse en una demostración del más puro amor.

Las caricias más dulces le regala su amado, los besos más tiernos le regala ella. 

- Te amo tanto – le dice Hyde susurrando al oído, ella no puede responder pues al abrir los ojos y ver las estrellas al sentir la entrega total de Hyde es transportada a un séptimo cielo, la experiencia más maravillosa.

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