Palabras profundas, un beso inesperado, su mirada segura, un cálido abrazo, no sobraba ni faltaba nada, Sakura a partir de ese momento más que mi acompañante él era mi guía, por primera vez en mi vida había cedido a un beso, la mayoría de las personas que me rodeaban me respetaban solo por estar con él, era un sueño, trajo completa alegría a mi soledad, perdido en el tiempo, sin saber dónde estaba, nada me importaba mientras él estuviera conmigo, bastaba un beso para que me elevara de la realidad, era como despegar con alas imaginarias hacia una dirección al cielo, éramos realmente inalcanzables, ligeros ante el viento.
Después de aquella noche mi deseo por estar a su lado no cedía ante cualquier otro deseo, solo uno: volver a cantar en aquel escenario, parecía imposible aunque a partir de aquella noche el mismo público se reunía solo para escucharme, al principio nadie lo noto, no hasta que apareció mi futura luz.
Era un chico muy extravagante, me era fácil conocerlo debido a ello, usaba colores vividos en la ropa y en ocasiones peinados raros, siempre se sentaba en la mesa más vieja del lugar, que se encontraba en el fondo, pedía unas cuantas bebidas y los observaba tocar, eso hacia hasta la noche en que subí a cantar, después de ese momento comenzó a sentarse en la mesa más próxima a nosotros, incluso estaba convencido de que no era para escuchar a la banda era solo para observarme, pues podía pasar toda la noche mirándome fijamente, acción que yo ignoraba completamente pues solo me podía fijar en Sakura.
De pronto en una noche calurosa decidí alejarme un poco de las personas, me encontraba solo, cerca de los baños, bien recuerdo que ese día los focos de ese pasillo no servían y estaba en completa obscuridad, eso no me importo y recargue mi hombro en la pared con la intención de no perder de vista el escenario donde se encontraba la banda, repentinamente un escalofrió entro por mi cuerpo, voltee rápidamente hacia atrás para asegurarme de que no hubiera nadie, al no ver nada volví a relajarme, seguido de eso alguien tomo mi cuerpo por detrás, uno de sus brazos rodeo mi cuello y el otro se dirigió hacia mi pecho y comenzó a deslizarse hasta llegar por debajo de mi ombligo, mis piernas se pusieron tensas y rápidamente busque alejarme de sus brazos, no puso mucha resistencia así que logre con facilidad alejarme, voltee a ver de qué se trataba, no tarde mucho en reconocerlo se trataba del chico que me observaba, se acercó y dijo en un tono dulce << no te preocupes, no quiero hacerte nada, al igual que todos solo necesito que vuelvas a elevarnos con esa voz angelical >> -sonrió mientras lo decía- <<no te preocupes si tú no te atreves a hacerlo yo are que te obliguen>>- salió del pasillo y se dirigió a donde se encontraba Sakura, le susurro algunas palabras, Sakura comenzó a reír y le estrecho la mano, después miro a todos lados como si quisiera encontrarme, el chico extraño volvió a su lugar sonriendo mientras me miraba, yo me dirigí hacia Sakura entonces el reunió a los de la banda incluyéndome y nos dijo lo que el chico le había propuesto, era una apuesta; si yo subía a cantar durante la próxima semana diario y juntaba 3 veces más del público que teníamos nada cambiaria, y si no lo lograba yo y Sakura perteneceríamos a su banda, parecía una broma para el resto de la banda pues comenzaron a reírse y sin dudarlo o consultarme ellos aceptaron.
Al siguiente día mis nervios me consumían, pues yo sería el vocalista, practique durante toda la tarde, y poco antes de que el show comenzara el chico extraño volvió a aparecer, esta vez de frente se dirigió hacia mí, tomo mi mano derecha la dirigió hacia su boca y la beso después dijo << mi nombre es Tetsuya, de ahora en adelante el líder de tu banda- su tono era el de un niño, parecía estar bromeando, <<eso es imposible, te demostrare que reuniré 3 veces más de público>>- siguió riendo ante mi respuesta – exacto la apuesta es que reúnas exactamente 3 veces más público, no más y no menos>>- soltó mi mano y se dirigió a su lugar de siempre, eso me dejo aún más nervioso, con trabajo sería capaz de triplicarlo, ¿porque excedería el número de personas?, comencé a creer que no lo lograría, me llenaba de miedo saber que nos separaría de nuestra familia, así que me prometí lograrlo.
Pasaron 4 días desde que empezaba como vocalista y el número de personas no aumentaba, todos nos encontrábamos nerviosos, si el milagro no sucedía él nos separaría de nuestra original banda, Tetsuya nos observaba desde lo más cercano y siempre con una gran sonrisa, como si estuviera seguro de obtenernos.
El quinto día era jueves, sin duda habían acudido más personas que lo que habíamos tenido antes, pero aun no era suficiente, no era ni el doble, eso provoco coraje en mí y cante como nunca antes lo había echo, me entregue completamente con la voz, sin duda fue extraordinario, jamás había experimentado el poder expresar todo cantando, gritaba como si fuera un profesional, la adrenalina comenzó a controlar todos mis movimientos y hasta mi razón, me encontraba perdido entre mi voz y la música, por un instante el público desapareció de mi vista.
Al terminar las personas se encontraban igual de excitadas por el sonido, que no dejaban de gritar, beber y cantar. Fue mi primer encuentro con la realidad de mi ser, esa noche todos los de la banda me felicitaron pues hasta a ellos había logrado contagiar mi adrenalina, tomamos cerveza a modo de festejo, también era la primera vez que me perdía en la fuerza del alcohol, pero no importo pues siempre supe que Sakura estaría para cuidarme.
A la siguiente noche la cantidad de personas era el doble, a ese ritmo pensamos que para el domingo estaría exactamente el triple, al igual que la noche anterior mi voz domino el ruido, Tetsuya no dejaba de mirar y reír, al final de ese concierto se acercó y me abrazo, en tono suave susurro <<lo lograras>>, en ese momento supe que no se trataba de un chico malo, al contrario me inspiro paz y alegría porque hasta el reconoció que lo lograría.
Al fin llego sábado, al ver que faltaba poco para que triplicáramos el público, nos llenamos de euforia sobre todo Sakura y yo y una vez más conquistamos el público, pues no sabíamos la sorpresa que nos esperaba para el domingo.
El domingo era el último día, nos reunimos temprano para ensayar, y sorpresa una lluvia imparable apareció, aun así practicamos incontables veces, hasta que la hora llego, las personas comenzaron a reunirse y decidimos ir a arreglarnos en lo que se acomodaban. Estábamos listos, para nuestra sorpresa no solo la lluvia había terminado y un enorme arcoíris adornaba el cielo nocturno, si no que la cantidad de personas sobrepasaba 4 veces más el público que hasta entonces habíamos obtenido.
De esa forma el sueño con mi familia termino, de ahora en adelante el sueño de una banda comenzaría junto a Tetsuya, después de todo no fue tan doloroso pues el enojo de Kyo lo domino, quería aferrase a la idea de que esa apuesta era un juego, se negó a la idea de separarnos, quiso golpear a Tetsuya y en su lugar termino en una pelea a golpes con Sakura. Sorprendidos nos alejamos y alumbramos un nuevo camino que se llamaría L’arc en ciel, Sakura, Ken, yo y Tetsuya nos dirigíamos a la fama.
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