A la mañana siguiente de la nota, me encontraba muy ansioso, solo esperaba el momento en que dieran las 6 de la tarde, sin embargo aún era medio día y tenía que esperar a la clase de dibujo y luego la de piano, una vez que llego la clase de piano me fue inevitable preguntar al profesor el nombre de su alumno que había enviado a remplazar su clase, y en lugar de saludarlo, en cuanto entro lo primero que dije:
H -profesor, podría decirme el nombre del alumno que ha enviado para cubrir su clase- pronto note su cara de sorpresa entonces me apresure a corregir el error – ah disculpe profesor ¡buenas tardes!, la verdad es que el joven que ha enviado fue tan buen profesor que quería hacérselo saber pero no recuerdo su nombre- había dicho una ligera mentira con la intención de que mi profesor quitara su gesto de sorpresa pero en lugar de eso su gesto fue a un más inesperado, parecía confundido cuando el profesor dijo:
P -no sé de qué me habla joven, de echo venía a disculparme por haber faltado, debido a problemas personales no pude venir, ahora bien déjeme aclarar que en toda mi vida como profesor de música he tenido muchos alumnos todos ellos famosos, pero por ahora y desde hace 12 meses mi único alumno ha sido usted joven Takarai, así es que no es posible que yo haya enviado a un alumno a cubrir su clase.
En cuanto el profesor termino de decir la explicación que tenía ante mi desconcertadora pregunta me sentí terriblemente traicionado, y en mi mente solo existía la idea de que se tratara de algún paparazzi, creí que había caído en la trampa de la televisora y es probable que la cita fuera una trampa para que tomaran fotos de lo que hacía mientras disfrutaba de mi descanso, si algo que me aterraba de la televisora era que descubrieran mi preferencia por los hombres, así que el miedo apareció , pero por otro lado el beso que había surgido entre aquel desconocido y yo, no había sido casualidad, había sido el beso más apasionado que en toda mi vida alguien me había dado, así que decidí arriesgar, descubrir de quien se trataba, por un momento decidí arriesgar mi fama por volver a besar a aquel chico.
Por fin llegaron las 6:00 en punto de la tarde, yo me encontraba justo enfrente del café en donde me había citado, me encontraba dentro de mi automóvil, y disimuladamente pues me había puesto lentes obscuros y una gorra, además me había recogido el cabello, espere 15 minutos cuando de pronto un joven con gorra y lentes obscuros al igual que yo se paró justo en la entrada del café, parecía estar esperando a alguien pues no dejaba de ver su reloj y parecía desesperado, mire alrededor con la intención de buscar alguna cámara pero no note nada, entonces baje de mi auto y me dirigí hacia el chico, una vez cerca tuve la indecencia de decirle
H -te he estado esperando, al fin llegas, ¿te parece si pasamos de una vez?
Y -claro, disculpe haberlo hecho esperar, pase usted primero –su voz sonaba conocida, pero no era nada parecida a la del chico del piano, supuse que era porque hablábamos en un tono bajo, una vez sentados el chico interrumpió el silencio-…en verdad lamento haberlo hecho esperar demasiado, pero tenía un asunto importante, disculpe mi falta.
H -si está bien no te preocupes, pero ya te dije que te dirijas a mí de tu, no te preocupes, mientras pidamos algo de tomar…- pedíamos a la mesera nuestro café, me sentía extrañado pues creía que cuando viera a aquel chico me sentiría nervioso, nada de eso ocurrió, a pesar de ello el chico que tenía frente a mí no dejaba de verme, esta vez su mirada era más fría, incluso llego a intimidarme de modo que no sabía cómo empezar a hablar con él, no sabía que preguntarle, nada en ese momento me parecía adecuado.
Mesera- aquí están los cafés que pidieron, disfrútenlo, con permiso.
H- ah que bien, tomar café mientras vemos el inmenso atardecer, ¿no te parece hermoso?
y- sí, es algo lindo…- el chico parecía desconcertado, me sentí completamente incomodo pues el no dejaba de observar cada movimiento que realizaba, me miraba con detenimiento, desde que tocaba mi cabello hasta que mis manos sujetaban el vaso de café, comencé a sentirme nervioso en exceso y no sabía qué hacer, ni siquiera podía sostenerle la mirada a los ojos, en ese momento pensé << ¿cómo es que antier logre sostener la mirada a este chico?>>
y- creo que citarnos en el café no fue la mejor idea, la verdad es que no es un buen lugar para hablar del asunto, ¿no crees?
H- entonces ¿Qué sugieres? …– por dentro los nervios no eran contenidos, sentía que me desboronaba de pena, a parte él me había citado en el café y ahora resulta que ya no quería estar ahí.
y- bien, nos iremos de aquí, toma tus cosas, conozco un mejor lugar donde hablar
H- está bien... – lo seguí, la verdad es que desde que había tenido aquel encuentro apasionado con ese chico, una parte de mí se encontraba tan emocionada que moría por volver a besarlo y la otra parte no sabía que hacer debido a los nervios que me rodeaban.
Una vez en el estacionamiento, el me pidió que yo dejara mi auto, que solo viajaríamos en el de él, así es como acepte subir; como su copiloto, una vez sentados el parecía estar buscando algo, parecía muy desesperado que comenzó a espantarme su gesto de molestia, después de un rato su mirada se volvió hacia mis ojos, entonces me di cuenta
que seguía frágil ante su mirada y conseguía sostenerla, a pesar de ello durante algunos segundos el no despegaba su vista de mis ojos, como si quisiera buscar mi rostro, inmediatamente pensé que se repetiría aquel anhelado beso, fue en una cuestión de segundo que cerré mis ojos y mis labios rosaron con los de él pero la fuerza con la que me lance hacia el provocaron que se cayeran las gorras que ambos llevábamos para cubrir nuestras identidades, al mismo tiempo que cayeron abrí mis ojos para ver de quien se trataba, logre mirar sus ojos y el no dudo en segundo en aventarme lejos de él, al mismo tiempo que me aventó, sorprendido grito <<Hyde, ¿qué haces aquí?>>, fue inevitable que saliera un ligero grito de mi parte, un grito de dolor, pues me había aventado con tal fuerza que mi cabeza se golpeó contra la ventana del auto, a pesar de ello el dolor fue insignificante, me apresure a quitarle los lentes obscuros que el llevaba puestos, entonces me lleve la misma sorpresa
H- por dios Yukihiro ¿qué haces aquí?
Y- eso es lo mismo que te he preguntado, todo este tiempo ¿has estado con migo?
H- así es, yo creí que eras otra persona…- en cuanto termine de entender la situación ambos guardamos silencio, nos encontrábamos muy alterados, pero eso no me impidió que saliera corriendo del automóvil, no me importo dar una explicación al beso que había arrebatado al amigo de Tetsu, a pesar de que últimamente convivía con Yuki no lo consideraba un amigo ya que pocas veces hablábamos, y si hablábamos solo era por medio de Tetsuya.
Corrí, corrí como nunca antes lo había hecho, como si me hubieran arrebatado lo más preciado de mi vida, pase a empujar a unas cuantas personas que me estorbaban, en el fondo pensé <<si corro lo suficientemente rápido tal vez pueda alcanzarlo, ¿Qué tal que lleva unas cuantos minutos porque acaba de llegar?, y ¿si aún me está esperando?, finalmente subí las escaleras que separaban el estacionamiento que se encontraba debajo del café, aun así entre mesas me fue imposible detenerme hasta que choque con una mesera, que acababa de dar la vuelta justo hacia mí pero debido a la velocidad que llevaba no pude detenerme a tiempo, entonces el café caliente que sostenía fue roseado directamente en mí, todas las personas voltearon a verme y eso no era bueno, pues la gorra que me cubría se había quedado en el auto de Yuki, con más razón no tenía tiempo de detenerme, corrí sin escuchar nada, justo a unos cuantos pasos de la entrada en donde me había citado logre ver que un chico vestido de negro daba la vuelta se retiraba del café sin haber entrado, inmediatamente supe que se trataba de él, me impulse con lo que me quedaba de fuerza y justo tome su brazo, el chico me volteo a ver espantado, pero parecía que mi maldición aun no terminaba pues el chico grito como si estuviera siendo asaltado
-¡¡¡¡¡aaahhhh por dios, eres HYDE, el vocalista de larc en ciel, en persona!!!!!!!!!!!!!!
H- te equivocas, yo no soy Hyde… – ante su grito intentar convencerlo no funcionaria, las personas que se encontraban en la calle así como las del café comenzaron a susurrarse, de pronto un montón de chicas se dirigía hacia mí, estoy seguro que iban con la intención de atraparme, justo a tiempo se paró el auto de Yuki frente a mí, el mismo abrió su puerta y tiro de mi brazo hasta meterme dentro, no dudo un segundo y piso el acelerador con todo lo que podía, a pesar de que yo iba justo encima de sus piernas pues por la prisa ni siquiera me había acomodado, aunque en cuanto logre tomar equilibrio no dude en hacerme a un lado, el parecía endemoniado, pues conducía sin control hasta que se metió a un callejón sin salida y solo alumbrado por los pocos rayos de sol que aún se asomaban mientras la noche tomaba parte en el la ciudad, una vez ahí él se detuvo y dijo <<estas a salvo>>, mi corazón latía a mil por hora, para empezar el susto que me metí cuando vi que a quien besaba era Yuki, luego el cansancio por haber corrido sin control, el calor que provocaba el café derramado en mi ropa y después nuevamente el susto de que iba a ser atrapado por fans, no me podía controlar mi gesto era de total susto supongo que todas estas situaciones provocaron en mi rostro un gesto inusual que a Yuki causo risa, reía de una forma extraña pero incontrolada, me detuve a mirarlo y note que jamás lo había visto reír así, además me era imposible creerlo ya que Yuki siempre me había parecido apático, sin embargo después se detuvo me volvió a mirar y dijo <<perdona no es mi intención burlarme de ti>> en lugar de contestar, solo comencé a reír junto a él, su risa inusual que me inspiro a alegrarme junto a él.
…
El destino formaba parte constante de nuestras vidas, comenzamos a ser jugados por el futuro, en ocasiones estábamos tan juntos sin saberlo, ¿era nuestro profundo deseo de encontrarnos?... no lo sé, lo único que sé es que desde el momento en que nos besamos mi vida se llenó de aventuras, pues entre tu búsqueda siempre encontraba una sonrisa, al final creo que siempre fue tu semblante alegre que dejaba su residuo en cada lugar al que tenía que ir, y eso provocaba más curiosidad en mi para encontrarte.
…
G -¡mírame!, Hyde por favor no cedas, aun necesito de la calidez de tu sonrisa, recuerda cuando juntos alegrábamos los días obscuros, recuerda la fuerza que provocabas en mi cuando reías no…
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