El tomo con una de sus manos mi rostro y comenzó a acariciarme, inmóvil ante el peso de su cuerpo sobre el mío, miraba perplejo su rostro, los rayos del amanecer cayeron ante nosotros alejando la obscuridad de la mañana y dejando ver nuestros cuerpos sobre encimados, al brillo del sol, sus ojos azules parecían reflejar la luz, era como ver el mar al atardecer, pequeños diamantes adornaban aquella mirada, el no dejaba de acariciar mi rostro, hasta que dirigió su mirada a mis ojos, en ese instante, basto unos cuantos segundos para que me perdiera en su mirada, ante aquello tomo ventaja y me beso, al instante mi alma quiso despegar junto a su beso pero el recuerdo de Ziel me aterrorizo, sentí como si le fuera infiel, ante el remordimiento decidí alejarlo con mis brazos pero no funciono, él puso resistencia mientras seguía besando mis labios, comencé a desesperarme y en un segundo nos encontrábamos forcejeando en el suelo, el insistía besarme y yo con mis brazos empujaba su cuerpo, su fuerza era mayor así que decidí morder sus labios que tan sujetos se encontraban a los míos, conseguí que me dejara de besarme pero seguía sometido al suelo, esperaba que reaccionara molesto pero solo limpio la gota de sangre que derramo a causa de mi mordida y sonrió, yo me encontraba agitado por el esfuerzo, lo mire molesto y con la intención de alejarme de el
H- quítate de encima, déjame ir…- comencé a sentirme aún más furioso por la risa que sostenía, parecía gustarle todo lo que ocurría.
G- ¿acaso no te gusto?
H- escucha GACKT yo no quiero nada contigo por favor aléjate
G- vamos ¿tan mal lo hice? Entonces déjame repetirlo…- esta vez en lugar de detener mi cuerpo con sus manos uso estas para tomar mi cara y una vez más besarme, pero esta vez duro menos instintivamente con una de mis piernas alcance a golpear su entrepierna, ante tal golpe me soltó por completo, enseguida me puse de pie, tenía la intención de correr, pero al ver que no decía una sola palabra espere un momento, note que el golpe con el que lo había apartado era muy duro así que me detuve a mirarlo y con un poco de preocupación pregunte
H- ¿estás muy mal?...- el volteo a mírame y en lugar de contestar comenzó a reír.
G- soy un imbécil…- hablaba muy pausado, eso a causa del dolor, su respuesta me pareció extraña y guarde silencio mientras veía lo doloroso que fue mi golpe, hasta que decidí hablar.
H- si lo eres, tienes la culpa por besarme, ya te había dicho que no te acerques a mí, ¿porque lo haces?...- mientras terminaba la oración el comenzó a ponerse de pie y justo cuanto le hice la pregunta el sonrió mirándome frente a frente.
G- primero dime tú ¿por qué no evitaste que te besara?, desde que me coloque encima de ti me reconociste ¿no?
H- que clase de pregunta es esa, por supuesto que no te reconocí, los rayos del sol confundieron tu figura y yo…- me quede callado por unos cuantos segundos, no sabía que responder, él tenía razón yo lo reconocí desde que me tiro hacia el suelo, pero su voz me había atrapado, aquella escena de la que acabamos de salir, en donde su voz encendió a mi corazón me parecía repetida, como si alguna vez la hubiera vivido, incluso el me parecía conocido, así que mientras él me acariciaba y yo lo miraba no me importo que fuera GACKT, una parte de mi lo reconocía como algo más que el GACKT que hasta ese momento tanto rechazaba, esa parte de mí que quiso descifrar de quien se trataba y debido a ello deje que apresara mis labios, me sentí confundido trataba de mentirle para que no supiera porque acepte aquel beso, el noto que me encontraba sin respuesta así que el que comenzó a hablar.
G- está bien si no contestas, pero vaya que eres fuerte, debo admitir que nunca nadie me había mantenido en el suelo por más de 2 minutos, esa patada fue muy dura, a pesar de
tu tamaño y tu imagen frágil eres muy fuerte, es vergonzoso que me tengas justo en el suelo.
H- eso te pasa por subestimar mis habilidades, soy pequeño pero tu…disculpa yo…- el tono tan molesto en que lo había dicho hizo que él comenzara a reír, y sin darme cuenta en un segundo yo también me encontraba riendo junto a él, reíamos como si fuéramos amigos de la infancia, hacía tiempo que no reía así, la risa que solo había logrado y que solo le pertenecía a Ziel.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario