martes, 18 de febrero de 2014

The CIEL of my ZIEL, capitulo 25 "Sonrisa"



Después de reír como amigos ambos tuvimos que separarnos para regresar a nuestra labor en la empresa, estaba a punto de dar la vuelta cuando se aferró a mi brazo, yo tenía la intención de dejarlo sin despedirme pues una parte de mí no quería hacerlo, una parte que dudaba seguir compartiendo aquel colorido escenario junto a él, pues la forma en la que él había apaciguado el momento era inexplicable, la conexión entre nuestras miradas, voces y más aún la de nuestros cuerpos me recordaba una sensación conocida, una sensación que me atemorizaba volver a tener, una sensación que quise contener con él pues la última oportunidad que me había dado para dejar fluir aquella emoción había sido junto a ZIEL, esta ocasión sentí que mis sentidos una vez más querían ceder a la pasión, pero en mi lujuria de volver a encontrar a ZIEL me negué.


Con un gesto inexplicable me miro un tanto apenado y pregunto:


G- ¿te vas?, sin más ¿no te despedirás de mí?


H- lo siento, no quise verme tan mal educado, nos vemos luego y que es…


G- es broma, no lo tomes todo tan enserio, a veces las cosas no son lo que parecen, ríe más que tienes una sonrisa encantadora, no lo digo con la intención de acosarte pero si con la intención de que seas menos egoísta y compartas más el semblante acogedor que se forma en ti cuando sonríes…- soltó mi brazo y dio la vuelta para dirigirse al pedazo de edificio que le había asignado mi empresa, sonriendo de la misma forma que cuando lo conocí, una sonrisa traviesa, una sonrisa que sin darme cuanta me había contagiado y que mantuve hasta que él se perdió de mi vista, entonces el gesto en mi rostro cambio. Me aleje despacio de aquel lugar, pensando qué esta vez algo era distinto respecto a GACKT, pero por más que pensaba no lograba encontrar que, sin notarlo había dejado algo en aquel lugar, sin darnos cuenta acabábamos de sembrar una dulce flor que comenzaría a alimentar nuestras sedientas almas con su solo aroma.


A la mañana siguiente como de costumbre fui el primero en llegar a nuestro estudio, ese día en especial grabaríamos el ultimo single del nuevo álbum que promoveríamos, yo me encontraba sentado en la sala de reunión afinando repetidamente una nota muy aguda que me costaba alcanzar, de pronto tras de mi un par de manos comenzaron a aplaudir, apenado voltee a ver de quien provenían aquellos halagos, en cuanto nuestros rostros se encontraron ambos sonreímos, de forma inusual estaba dispuesto a volver a hablar con él.


G- es maravilloso escucharte, contemplarte cantando con esa voz tan grave es escalofriante, realmente eres increíble…- hablaba mientras se aproximaba a sentarse a lado mío, una vez sentados respondí.


H- bromeas, seguro te estas burlando, si hablas de la última repetición que hice tienes que bromear, fue todo un fracaso…- su gesto amable con el que había entrado, cambio a un gesto serio, respiró profundamente e imito exactamente igual la nota que yo me encontraba repasando, note que su voz era en exceso aguda, una voz que realmente parecía rota, frágil como el viento, fácil de atravesar, eso hasta que él mismo rompió el encanto y se desafino al final del canto, inmediatamente broto en mí una carcajada, pero al mismo tiempo me mantuve, era algo que no le parecía gracioso pues me miro extrañado, quise mantener la postura pero en su lugar solo lo arruinaba más…- lo siento pero tu voz jajaja, lo siento en verdad no quiero reír de esta manera es que…- seguía riendo, él me miraba un tanto desconcertado, pero después de un momento también comenzó a reír junto a mí, como el día anterior reíamos desvergonzados, finalmente después de un rato, repuso.


G- lo mío si ha sido un fracaso, tu voz es pura como pocas hay, Hideto admiro mucho la forma en que interpretas tan bellas canciones, si me permites ¿puedo hacerte compañía? al menos en lo que repasas esta nota, que parece costarte un poco de trabajo.


En aquel instante me sentía tan cómodo junto a él que acepte, a partir de ese momento el tiempo comenzó a contar rápidamente en nuestras vidas, pues justo en aquel instante los minutos junto a él parecían eternos, sin notar el tiempo estuvimos practicando una y otra vez, al mismo tiempo que reíamos me contaba algunas estrategias para mejorar aquella nota, reíamos incontenidos, sonrisas que solo manifestaban alegría y en el fondo un nerviosismo inevitable ante nuestra mutua atracción.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario