La tarde terminaba seca, un tanto triste de mi parte por la falta de compresión ante mi situación junto a RYO, eran las 8 de la noche, estábamos terminado una última nota para nuestra próxima canción, la tensión que TETSUYA había ocasionado junto a GACKT había pasado desapercibida, y en todo el día la tarde desapareció como de costumbre.
A la hora de la salida, me apresure a dejar las cosas en orden y dirigirme al estacionamiento, estaba ansioso, el elevador parecía más lento de lo usual, y no bajaba para que pudiese tomarlo así que lleno de euforia me decidí a bajar corriendo por las escaleras los 6 pisos que me separaban del estacionamiento, la mayoría del edificio se encontraba obscuro y en silencio lo que provoco que me motivara a bajar aún más rápido de lo que ya hacía, de pronto a escasos pasos de poder empezar a recorrer el pasillo que me guiaba al estacionamiento los latidos de mi corazón se detuvieron, a lo lejos alcanzaba a ver su figura iluminada por unos cuantos rayos de luz provenientes de la luna, era su figura algo inconfundible, su silueta dejaba delatar una estatura dominante, su cuerpo delgado denotaba exceso de ejercicio, finalmente la forma en que permanecía recargado en la salida de aquel pasillo obscuro me hizo reconocerlo, miraba fijo hacia algún punto del cielo mientras sostenía un objeto en la mano derecha, estaba seguro que era GACKT, se encontraba ansioso al igual que yo, ambos deseábamos desde el amanecer volver a poseernos, sin embargo a tan solo unos pocos pasos mi cuerpo se debilito, mi acelerado corazón comenzó a reducir el ritmo de sus movimientos, mi respiración se hacía escasa, en un parpadeo me encontraba de rodillas en el suelo, mi mano presionaba mi pecho para tratar de reanimarlo, pero fue inútil, regrese mi mirada a su figura con la intención de llamar su atención, pero el pasillo era demasiado oscuro que él no podía verme, mi desesperación se volvió incontrolada y quise gritarle desde donde me encontraba pero también fue inútil, mi voz se perdió en apenas un susurro, la desesperación comenzó a desenvolverse en forma de frustración, al tenerlo tan cerca y
a la vez tan lejos, deseaba tanto aquella parte del día, aquel espacio en donde pudiera volver a estar solo a su lado sin embargo encontrarme ahí sin poder tocarlo me hacía sentir desdichado, el ser más débil, incapaz de controlar su propio cuerpo, aquella desconocida enfermedad más que triste, en aquel momento me hacía sentir decepcionado, decepción que después de un rato se transformó en coraje por no poder alcanzarlo, y así, con esa motivación vana sin darme cuenta comencé a levantarme, sostenía mis manos aferradas a mi pecho lo que provocaba disminuir el dolor, la respiración dejo de ser un problema pues por mi mente solo aparecía la idea de dirigirme a su figura, el coraje fue mi mayor motivo para controlarme, una vez de pie como por magia los síntomas comenzaron a desaparecer, permanecí unos cuantos minutos recargado sobre la pared hasta que finalmente mi cuerpo se controló, suspire profundamente sin dejar de apartar mi mirada de su figura, sentí un enorme alivio a la desesperación, mi frustración fue remplazada por una sonrisa y sin detenerme a pensar si quiera en lo que acababa de afrontar corrí hasta llegar a sus brazos, él me miró un tanto sorprendido, pues no esperaba que mi presencia llegara tan repentina, sin embargo correspondió el abrazo que duro algunos minutos, después interrumpió con una pregunta un tanto acelerada, << ¿estás listo para adueñarte de la noche junto a mí?>>, su mirada me asechaba, mordió sus labios en señal de deseo, tomo mis brazos con la intención de dominar mi frágil cuerpo hasta lograr azotarme por un lado del automóvil, enseguida tomo con una de sus manos mi rostro y lo volteo hacia un lado lo que le permitió comenzar a lamer mi cuello, mi adrenalina se vio cautiva, y solo pude aferrarme al automóvil, la forma en que su lengua húmeda mojaba mi piel me hacía sentir incitado a permanecer ahí, más aun cuando su posición comenzó a cambiar y en lugar de seguir parado comenzó a bajar a medida que su lengua iba lamiendo parte de mi pecho, finalmente se detuvo a unos cuantos centímetros por debajo de mi ombligo, yo me encontraba agitado e incapaz de emitir resistencia, entonces sus manos tomaron lugar en el espacio, comenzaron por rodear mi cintura hasta profundizar por debajo de mi pantalón, instintivamente mis brazos se apresuraron a rodear su cuello, sediento de que terminara su función incluso mis piernas se vieron orilladas a abrir un espacio suficiente para que su cuerpo lograra cubrir al mío, sin embargo él prefirió seguir un tanto separado de mí para poder jugar más tiempo con mi entre pierna, complacido por sus movimientos comencé a separarme de la realidad pero pasados unos segundos se detuvo, volvió su boca alrededor de mi oreja para ahora hacerme estremecer con su lengua, al mismo tiempo que por debajo una de sus manos seguía jugando a hacerme volar, finalmente mi cuerpo se encontró al borde, un calor insoportable que no podía ser gritado era contenido en mi interior, el sudor solo era el reflejo externo, él lo noto y susurro, con esa voz tan gruesa que me derretía << ¿estás listo?... ahora iré…>> se apresuró a tomar mis piernas para cargarlas alrededor de su cintura y así apoderarse de mí, sus movimientos eran bruscos, sin embargo eso algo que se debía a la sensibilidad que había logrado que mi cuerpo sintiera con sus caricias, ambos estábamos listos para liberar nuestra mente, viajar a la altura de las estrellas y terminar por encender el fuego que habíamos contenido en el atardecer, cuando de pronto en el pasillo oscuro que se encontraba al interior del edificio se comenzó a mostrar una luz de linterna, seguro se trataba del vigilante del edificio pues incluso se alcanzaban a distinguir unos pasos presurosos hacia nosotros, temeroso de que pudiera ver lo que existía entre nosotros dos no dude un segundo más para lanzar a GACKT lejos de mi cuerpo, apenas en unas milésimas de segundos conseguí acomodar mi ropa, al ras de que el guardia ilumino nuestras figuras, ambos con
rostros delatadores de un delito permanecimos serios, el guardia nos observó por unos segundos y al ver que éramos parte de la empresa solo se limitó a saludar respetuosamente y se retiró, enseguida ambos nos volteamos a ver y fue inevitable comenzar a reír, incontenidos como era de costumbre cuando reía junto a él, permanecimos pasmados y al cabo de un rato ya controlados abordamos el automóvil tal y como debía ser desde un principio, en el camino seguíamos riendo alegres, recordando cada una de las pequeñas aventuras que hasta ese momento habíamos generado, algunas incluso abarcaban desde el momento en que nos buscamos como ZIEL/CIEL y ahora esta formaba parte de nuestra compañía, ilusionados por nuestro romance cómodamente viajábamos, la noche parecía nuestra fiel amiga y el tiempo que sin notarlo era el peor enemigo.
Tras muchos kilómetros de distancia entre la ciudad y donde nos encontrábamos, GACKT freno el automóvil, justo en un punto donde el fondo era motivador, lográbamos contemplar las luces diminutas que iluminaban el pueblo más cercano, era un contraste de brillos coloridos en comparación con las luces puras que ofrecía el estrellado cielo, parecían brillos incomparables, que solo podían ser opacados por la luna, que curiosamente aquella noche era “llena”, ante tal naturaleza decidimos bajar del automóvil, caminar a unos cuantos pasos de él he internarnos un poco entre la maleza, una vez sentados en la tierra fértil, GACKT supo que era el momento ideal para sellar nuestra pasión, saco del bolso derecho de su pantalón una pequeña caja de cartón, me miro perdido, parecía ausente de su imagen, pero yo lo sentía incluso más cercano que con un abrazo, sin intención rompí su ilusión con mi sonrisa, y así él también sonrió para mí, concentrados en nuestra conexión, ignorábamos el sutil viento que mecía nuestro cabello a su antojo, incluso ignoramos de dónde provenía la intensa luz que nos iluminaba, en ese momento volví a sentir la soledad, pero esta vez de forma distinta, la soledad era para nosotros dos, no había nada que hiciera falta, por el contrario sobraban emociones que pudieron ser dichas pero que a falta de necesidad fueron susurradas con una mirada, tomo mi rostro con sus manos, dejando a un lado el pequeño cartón que sostenía para ahora remplazarlo por un pedazo de tela, un tanto presuroso ato el grueso listón de tela alrededor de mis ojos con la intención de que perdiera el sentido de vista, yo no hice más que sonreír esperando ansioso a que dijera de que se trataba, como si leyera mi mente sus palabras aclararon más que la situación, a partir de aquel momento aclararon todo una vida, iluminaron la oscura tristeza y reanimaron un corazón frágil y un tanto herido.
…<< De aquí en adelante déjame ser tu mirar, quiero ser quien derrame las lágrimas en tu lugar, el que sea capaz de mirar la cruda realidad que te rodea y en lugar de que esa pesadez entre a tu alma yo sea capaz de opacarla solo con cerrar tus ojos, para así no permitir que nadie más opaque tu dulzura, déjame proteger lo que más me importa apreciar bien, déjame conducir tus pasos a lado de los míos, donde el invierno jamás opacara…>> …- mi cuerpo fue abrazado por el suyo, y ante aquella situación mi debilidad no se hizo esperar y fui incapaz de responder con palabras, sin embargo no hacía falta hacerlo, el volvió a tomar el control de mi cuerpo, coloco lo que llevaba dentro de la pequeña caja de cartón alrededor de mi cuello y al terminar sello el recuerdo con un beso.
<< Ahora te guiare hacia el automóvil, no pretendo liberar tus ojos, quiero que el viaje de esta noche sea inolvidable, que el escenario al que ahora nos dirigimos sea una sorpresa, quiero que sea un sueño. >>
…
… La sangre ya es incontrolable, el frio se hace más profundo, lo que comenzó con un ligero viento ahora es más que una tormenta, ha escapado de mí toda forma de calor, ni el abrazo de GACKT es suficiente, se pierde en el temblor de mi incontrolado cuerpo, me siento lentamente traicionado por mi propio cuerpo que no es capaz de responder a mi oposición, hace unos segundos me conformaba con morir entre sus brazos, pero ahora que se hace escaza la claridad en mis ojos temo a perder por siempre la imagen de su figura, la falta de calor me aleja de toda caricia imaginaria que antes poseía en exceso, temo dejar de sentirte en cualquier instante, ¡quiero regresar a aquella tarde en la que traviesos despedimos al otoño!... No importa si fue un error, después de todo aprendí que a pesar de todos los errores y aun dentro de ellos siempre te amé, me negué a encontrarte tantas veces solo por no entender que te orillaba a pensar así, hace algunos días daba todo lo que tuviese para entenderte, saber que ocultabas, ¿Qué era a lo que más le temías?, pero ahora… ¿acaso es demasiado tarde? ...
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