Nos detenemos en un parque.
- Ven, acompáñame – dice Hyde, bajo del auto, sigo demasiado molesta como para decir algo - ¿sigues molesta?
- Un poco – miento, estoy muy enojada, Hyde me ve y sonríe - ¿Qué te parece tan gracioso?
- Te vez hermosa enojada – ese vacío en el estómago regresa – déjame ver tu mejilla.
Comienza a acariciar mi mejilla, poco a poco se acerca más y más, el vacío en el estómago continúa, mi ritmo cardíaco está por las nubes, siento su mano suave bajar y tocar mis labios, luego sostiene mi barbilla, traslada su mano detrás de mí nuca y por fin siento sus labios suaves contra los míos. La sensación de vacío se maximiza acompañada de un escalofrío que recorre mi cuerpo de pies a cabeza.
Ese beso duró unos instantes, pero para mí fue un instante mágico, donde me olvide de todo lo que había, solo estábamos él y yo. Solo un extraño ruido puede interrumpir esto.
- Será mejor irnos – dice Hyde, solo lo sigo no puedo hablar estoy muy confundida.
Todo el camino vamos en silencio, el sueño me empieza a ganar, han sido muchas emociones…
Pierdo la noción del tiempo, lo único que alcanzo a recordar: se paró el auto, sentí como me recostaron y oí “Te amo”.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario