Salgo con mis maletas y me dirijo a la salida.
- ¿A dónde vas? – dice Hyde.
- Cumplo la disposición de su esposa.
- ¿Qué te dijo Mika?
- Que me mude a un hotel.
- No te vayas,
- Pero su esposa.
- Mika ya no es mi esposa.
- Aun así, es lo mejor.
Hyde se acerca y me abraza tan fuerte como si no quisiera dejarme ir.
- No te vayas por favor, no me abandones, te necesito – comienzo a sentir nuevamente ese vacío en el estómago.
Me quedo callada y nos quedamos así, no sé cuánto tiempo, parecería horas, en los que sentí su respiración en mi cuello, sus manos inmóviles sobre mí espalda, mi cuerpo contra el suyo, me apretaba como si fuera una joya muy preciada. Poco a poco nos fuimos soltando, cuando por fin nos separamos me toma de la mano, me lleva al sillón yo solo lo sigo estoy muy nerviosa y temblando. Hyde se sienta muy cerca de mí sin soltar mi mano.
- Mika me fue infiel, cuando nos divorciamos ella desapareció, ahora regresa, pero yo no la amo yo… - interrumpe el teléfono, cuando cuelga - me avisaron que hay un evento al que tenemos que ir ¿me acompañas?
- Sí, soy tu asistente.
- No como mi asistente, como mi pareja – nuevamente siento escalofríos.
- Pero… no sé qué ponerme.
- Con lo que te pongas te ves hermosa – me da un beso en la mejilla – me voy a dormir, es mañana el evento, buenas noches.
- Buenas noches – estoy tan confundida ¿Qué me está pasando?
No hay comentarios.:
Publicar un comentario