miércoles, 18 de septiembre de 2013

the CIEL of my ZIEL, capitulo 8 "error"


Comenzamos por un beso, un beso inspirado en pasión, quizás fue el momento, la situación, en mi mente << ¿podrías ser tu quien me ayude a olvidar a Sakura?, que sanes mis heridas con tu dulzura, acaso tu y yo….>> después solo me deje llevar por sus caricias, Tetsu me cargo hacia la cama en donde suavemente coloco mi cuerpo y comenzó a quitar cada prenda que me acompañaba, con una excesiva delicadeza recorría mi cuerpo hasta que regreso de nuevo a mi rostro y con un gesto de alegría sonrió, una sonrisa inquieta, sincera y que nunca antes Testu me había mostrado, esa sonrisa que por un momento me hizo dudar de lo que sucedería, así que decidí alejarme de Tetsuya, lo empuje con ambas manos y me puse de pie, comencé a recoger mi ropa, pronto el me detuvo, se puso frente a mí y dijo:

T -¡podemos intentarlo!

H-pero Tet tu y yo solo somos amigos.

T-déjame intentarlo Hyde, déjame mostrarte otra forma de ayudarte… -se aproximó a mí y logro abrazarme, un abrazo tan profundo que lograba escuchar los latidos de su corazón, todos ellos eran muy acelerados… 


H- Tetsuya, nunca nadie remplazaría la forma en la que me ayudas, sabes, nunca encontrare otro amigo como tú…- apenas y termine de decir la última palabra y Tetsuya interrumpió 

T-Hyde, jamás me alejaría de tu lado, estaré contigo en la forma que tú me permitas acompañarte, aun si es un error seré tu amigo, tu sombra, tu sueño, porque para mí tu…- tuve miedo de escuchar lo que diría, un escalofrió invadió mi cuerpo así que decidí impedir que siguiera hablando 

H- ¡Testuya no!, yo no…-me beso, Tetsuya me había vuelto a besar, esta vez con la intención de evitar cualquier palabra que impidiera que esa noche nos perteneciéramos, por un momento me sentí confundido pero finalmente su esencia domino en mi mente. 

Así comenzó mi primer error, un error que me costaría más que un amor, había aceptado estar con Tetsuya, en una noche obscura y sin una luna clara que nos iluminara, deseado o no, alguien más nos observaba desde la puerta, acaba de lastimar a la persona que me había cuidado, y sin saberlo no solo yo era el testigo.

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