Este fic esta hecho por Adam Hydeist mente maestra tras el blog ++Hydeist Times++ este one shot se lo dedicó a su servidora lo cual para mi es un verdadero honor y halago que alguien como ella haya hecho algo pensando en mí.
Decidí publicarlo antes de continuar con “Memories” porque en nueve días cumplo 23 años y para mí este obsequio es perfecto, así que solo me queda agradecerte Adam Hydeist por tan magnífico y candente regalo.
ADVERTENCIA: One shot con alto contenido sexual... tomen sus precauciones
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Ese día los dos habíamos salido a caminar, mientras estructurábamos una agradable plática recorríamos las calles que por el momento estaban casi vacías, ante mi distracción por contarnos el uno al otro mil cosas una gran y profunda grieta en la banqueta me hizo tropezar y quejarme por el dolor
H- ¿estás bien?
- no, creo que me torcí el tobillo, regresemos a casa ¿sí?
Apoyándome en él lentamente volvimos, una vez en casa me senté en el sillón más cercano y proseguí a quitarme los zapatos y los calcetines para poder sobarme mejor donde me había lastimado, ante esta acción sustituyó mis manos por las suyas y comenzó a masajearme, pocos minutos después me vendó el tobillo
- gracias
H- no hay de qué- creyendo que se iba a ir a otra de las habitaciones simplemente se quedó parado frente a mí observándome con una sonrisa y una mirada de aquellas que sólo conseguían derretirme y ponerme nerviosa
- ¿p-por qué me miras así?
H- no sé, se me estaba ocurriendo que podría hacer algo para hacerte sentir mejor
- pero no me siento...- no concluí la frase pues de inmediato se inclinó para robarme un beso al cual no me negué en corresponder de inmediato, ese simple pero dulce contacto fue más que suficiente para que la temperatura ascendiera y las cosas tomaran un curso totalmente diferente. Sin separarnos pronto se sentó en mi con sus piernas a mis costados y ligeramente tiró de mi cabello provocando que hiciera hacía atrás la cabeza mientras que empezaba a sobar mi espalda por debajo de mi camisa, su tacto era fabuloso aunque nada comparado con los exquisitos besos que proporcionaba en los cuales ahora su lengua quiso participar en una danza con la mía, a cada segundo que pasaba sentía que me robaba el aliento con el roce entre nuestras bocas; para entonces el hecho de haberme torcido el tobillo ya no interesaba y se había quedado en el pasado. Rompiendo aquel magnífico beso hizo un sendero de los mismos hasta mi oreja, zona en donde mordió el lóbulo a la vez que sus expertos dedos se iban cerca de mi abdomen continuando con las caricias; inevitablemente solté un quejidito pues a tan poco ya estaba siendo presa del placer, más cuando distrayéndome, sus habilidosas manos se infiltraron hacia mis zonas más sensibles queriendo explorarlas con gran sutileza haciéndome sentir que explotaria en calor... y quizás de algo más, ante esa reacción descendió a mi cuello en donde lamió mi piel para luego dar una sensual mordida que de seguro iba a dejar una enorme marca aunque en realidad no importó. Siguiendo su recorrido dejó en paz mi intimidad y liberó mi hombro derecho de la tela y lo atendió con el mismo tratamiento que a mi cuello, con la respiración agitada y la pasión desbordándose por cada uno de sus poros prosiguió a alzar mi camisa para quitármela y concluido esto se quitó la suya para que el contacto entre ambos fuera mayor, inesperadamente se levantó y desabrochó su pantalón para posteriormente retomar su posición, tomó mis manos y comenzó a pasarlas por su pecho y abdomen ligeramente húmedos por el sudor; la suavidad de su piel era asombrosa y por dentro cantaba victoria de que sólo yo pudiera tocarlo, viajando hacia el sur gracias a su guía pronto se detuvo en el borde de su prenda superior.
H- ¿la quieres?- pronunció con voz baja pero en un tono sugestivo a lo que por supuesto no pude decir que no, sin timidez alguna me dejó el camino libre para que pudiera introducir mi mano en su pantalón atinando de inmediato a masajear aquello entre sus piernas que tanto codiciaba; por delirante toque, de su garganta se escapó un gemidito al mismo tiempo que ese bulto debajo de mis dedos se ponía erecto, con la tortura que para ambos llegó a su límite optamos por deshacernos de todo a excepción de la ropa íntima y proseguimos más cómodamente recostados en el sillón. Con mi turno de venganza uní mis labios con los de él y posteriormente fui escalando por su cuerpo: primero a su cuello deteniéndome a lamer su cicatriz, pasando por su pecho para juguetear con los botoncitos marrones que decoraban esa parte hasta dejarlos saltados y finalmente llegar a su ombligo para morderlo y jalar del mismo, cuesta abajo me entretuve en esa protuberancia que lucía mucho más apretada que antes y que casi suplicaba por ser liberada, con un par de pequeños besos aun por encima de su bóxer estuve satisfecha de ver sus reacciones, más intensas cuando retirando lo que estorbaba engullí ese falo suplicante por atención; por su parte no paraba de emitir toda clase de sonidos provenientes de su boca mientras cerraba sus ojos, echaba hacía atrás la cabeza y arqueaba su espalda en violentos espasmos de placer, no se necesitó mucho para que se corriera y tragara gustosa una cantidad de su semilla. Completamente descontrolados y agitados no pudimos contenernos más, haciendo que lo restante de ropa desapareciera invertimos posiciones y tras un dulce beso cuidadosamente se fue deslizando dentro de mí, en un principio fue algo doloroso pero con el transcurso de los segundos se tornó algo completamente disfrutable, nuestros cuerpos se mecían sincronizados en un mismo ritmo y nuestras voces se combinaron en un erótico canto deleitable al oído, algunas cuantas estocadas bastaron para que llegáramos a la cumbre máxima del nirvana y estremeciéndonos descargó su tibia esencia en mi interior, con el cansancio invadiéndonos permanecimos acostados lo más cerca el uno del otro esperando a que ambas respiraciones aceleradas recobraran su velocidad original
H- te amo- dijo esbozando una sonrisa radiante y acariciando mí cabello
- y yo a ti, aunque a veces no comprenda tus repentinos impulsos de lujuria
Ambos reímos y habiéndonos calmado después de exhaustivo momento estaba dispuesta a ponerme de pie, pero...
H- hagámoslo de nuevo- un poco sorprendida por su orden y rendida a sus encantos no tuve otra alternativa más que acceder a sus planes.
Las horas y en general el día parecían interminables, lo que no era el tiempo para demostrarnos afecto por medio de ese bello acto de amor...
... y es que para mi es completamente imposible oponerme a todas las travesuras y los juegos de seducción de mi amante...
Me gustó mucho tu historia, como aquí todos los que pasan me ven (trabajo en una tienda), la verdad me dio un poco de pena (que tonta soy), pero en verdad es envidiable tu imaginación (o no es imaginación? -más envidia-), buen no, pero espero leer más cosas tuyas.
ResponderBorrarMuchas gracias aunque este comentario es para Adam H. Takarai quien es el autor de este fic y que muy amablemente me dedico. Saludos
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