En un principio todo era difícil, pues constante era el recuerdo de Sakura, era la costumbre de tenerlo junto a mí, de escuchar su voz, de que tomara mi cuerpo, nada lo remplazaba, ni el aroma de verdaderas flores me distraía del aroma de mi Sakura, sin embargo no había momento en que Tetsuya interrumpiera mis pensamientos, trataba de darme animo con cualquier idea que se le ocurriera, me pedía que lo acompañara a cualquier lugar a donde fuera, en una que otra ocasión lograba que le diera una sonrisa forzada, el jamás se rindió para que mi alegría volviera, Tetsuya se convirtió en mi mejor compañía pues ni siquiera mi madre había estado ahí para apoyarme, no le importaba en absoluto mi vida, ni siquiera había querido saber de mi enfermedad, ella seguía aferrada a la idea de odiarme, eso era algo que siempre me lastimaba mucho, pues no lograba entenderla, sin embargo prefería dejarla, separarnos tal y como ella lo había preferido.
Decidí reiniciar mi vida, aun con el doloroso recuerdo de Sakura, comencé por comprar una casa para mí, realmente no sabía qué hacer con todo el dinero que sin darme cuenta tenía guardado desde hace unos años, y que me había acostumbrado a utilizar solo con mi imagen, comprando ropa, accesorios, zapatos, diversión etc., después decidí dar una pausa a mi vida artística, debo admitir que me encontraba cansado de arreglarme a cada instante, de convivir con las mismas personas diario, de estar rodeado de cámaras que solo buscaban un momento en donde me encontrara mal vestido o con una posición rara, además debo aclarar que no tenía inspiración a pesar de que diario tocaba mi guitarra y cantaba, nada me resultaba agradable. En ocasiones salía a distraerme con Tetsuya, ken, Kaori y Yukihiro de quien sabía muy poco, era un chico muy delgado y demasiado serio, casi nunca decía nada, y las pocas veces que hablaba solo era para confirmar o negar algo que le preguntáramos, se la pasaba con nosotros pues era amigo de Tetsuya. Por otro lado Kaori era la novia de ken, era un chica muy presumida, la verdad es que nunca me agrado, al contrario en ciertas ocasiones hasta llegaba a aborrecerla, pues solía hacer comentarios en los que me insultaba de una forma indirecta, me recordaba que Sakura me había abandonado, sin embargo no hacía caso a sus comentarios pues Tetsuya no tardaba mucho en interferir y hacer que ella guardara silencio.
Decidí comenzar a olvidar a Sakura, llene de otras actividades mi vida; inicié por tomar clases de dibujo era algo que siempre había deseado y por supuesto que se me daba muy bien, también clases de piano pues hasta ese momento solo sabía tocar la guitarra, batería, bajo, trompeta y clarinete, los profesores iban a mi casa solo por unas cuantas horas, después tocaba mi hora de ejercicio el cual aumente considerablemente, después de comer iba con Ryo quien había comenzado su proyecto como artista, él era el vocalista de su propia banda de rock, pero también tocaba la guitarra así que yo me había ofrecido
a enseñarle ambas cosas, incluso poseía 3 canciones que yo escribí para que el las interpreta, canciones que por supuesto también compuse con ayuda de Tetsuya y Ryo, pues resulta que Tetsu también lo había querido ayudar, pasábamos toda la tarde compartiendo alegría y diversión, sin esos momentos no hubiera sido fácil decir adiós al pasado.
Sin embargo dentro de mi había algo de lo que nunca me podría deshacer, se trataba de la enfermedad que poseía, sin duda era el obstáculo más difícil que tenía que enfrentar día a día, pues desde que me fue detectada los ataques se volvieron constantes, los antibióticos dejaron de tener efecto, todo tipo de medicamento era inútil ante mi situación, me había explicado el ultimo doctor con el que había acudido que los ataques constantes se debían a una reacción en cadena que se desataba en mi interior, es decir; si mi sistema respiratorio fallaba, seguido de él era el cardiaco y después el nervioso, es por eso que después de que me sentía asfixiado, pasado apenas 1 minuto sentía el mismo dolor en mi corazón, un dolor sofocante que terminaba por nublar mi visión, en ocasiones perdía la conciencia, y en otras más me ensordecía, la reacción final siempre fue la más dura y la que más me llenaba de terror, debido a ello Tetsuya siempre permanecía a mi lado, por cualquier situación que ocurriera, lo primero en tranquilizarme siempre fue su voz templada y dulce.
Para el cumpleaños número 27 de Testu nos habíamos ido a festejar a Francia, la ciudad favorita de Tet, habíamos pasado toda la tarde recorriendo los lugares más famosos, fue algo riesgoso y a pesar de eso nadie nos había reconocido, por el atardecer regresamos al hotel donde nos habíamos establecido, compramos muchas bebidas, pastel y botana todo lo necesario para disfrutar, nos encontrábamos junto a Ken, su novia, Yukihiro y Ryo.
Ya habían pasado 2 horas después de la media noche, ken y novia se habían desaparecido en su habitación, Yukihiro y Ryo habían salido por mas bebidas para seguir toda la noche, sin embargo Tetsuya y yo ya nos encontrábamos perdidos en el efecto del alcohol, me encontraba en mi habitación, había ido con la intención de buscar mi celular para que con el tomara fotos de lo que ocurría, el celular se encontraba en mi buro, pronto me apresure a tomarlo y cuando al fin lo tenía en mis manos decidí dar la vuelta para regresar por la puerta, al mismo tiempo que un enorme peso cayo de frente a mí y con su fuerza caímos al suelo, era Tetsuya que a causa del alcohol perdió el equilibrio, sin ser planeado su rostro se encontraba frente al mío, nuestras miradas se cruzaron con la intención de buscar un beso, pronto su suspiro cálido humedeció mi boca, su mano comenzó a acariciar suavemente mi rostro, hasta que se detuvo cerca de mi oído derecho, fue algo inevitable, nuestros labios no resistieron la apasionada invitación a probarse…
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