CAPITULO 12 “Mordida”
En la empresa la noticia fue más ruidosa, HINAMORI, nuestra managger nos informó sobre el fin de Laruku, al menos hasta que nuestro líder regresara.
HINA: yo misma no entiendo porque TET tomó esta decisión tan repentina, ayer en la noche me habló para decirme que estaría lejos por un buen tiempo y me pidió que les avisara que al menos todos los contratos y planes que teníamos han sido cancelados, ahora a tomar un descanso.
Y- ¿solo dijo eso?, es extraño que TETSUYA no dé una explicación.
K- solo hagamos lo que nos pidió. Él regresara cuando sea necesario, vamos a tranquilizarnos y a descansar, ¿Qué opinas HYDE?
H- yo pienso que…que tienes razón KEN…- Aquella noticia me dejó sumamente entristecido, en el fondo yo mejor que nadie sabía que la razón de su despedida era mi amor no correspondido por él. Mi mirada fue tan sincera que al notarla todos se limitaron a guardar silencio y a acatar las decisiones del líder, tuve ganas de llorar.
Después todos tomamos nuestras cosas del estudio y salimos, fue una despedida cruel, pues no sabíamos cuánto tiempo permaneceríamos lejos de nuestra vida artística.
Fui el último en salir, recordé todas las sonrisas que había logrado formar en aquel pequeño lugar, recordé que aquel lugar fue creado por TETSU, recordé cuando aún tocaba junto a SAKURA… ¡que lejanos parecían aquellos tiempos!, pero más aún lejana parecía nuestra irremplazable alegría. << ¿Cuánto tiempo encerraba aquel estudio?, ¡cuántos sentimientos al grabar!, cuantas sonrisas por innumerables triunfos y ahora todo se detenía por el dolor, no debió ser así. >>
Pasaron días, y la confortable soledad no hacía más que recordarme su delicada compañía a cada parpadeo, sin duda puedo decir que en aquel momento me encontraba en los días más oscuros de mi vida, sin nada que hacer, no dejaba de contemplar su ausencia, y de recordar cómo había alejado a mi amigo de mi… ¡ah! Que días aquellos tan solitarios, sin ZIEL el vacío no solo era en mi corazón.
Finalmente entre todos aquellos días tan opacos, una repentina ilusión me hizo evadir la soledad, con un deseo incontrolado de querer vivir, planee hacer una visita inesperada a la persona que me había dado la vida, hacía más de 10 años que no sabía de ella, fue una extraña corazonada que me hizo buscarla, aunque yo ya sabía que ella no quería saber nada de mí, en aquel preciso día, por un extraño presentimiento decidí ir a buscarla.
Al llegar a la vieja casa en la que viví mi infancia junto a NORIKO, y junto a los desprecios de mi madre, tuve un ligero escalofrió por el cuerpo, pero eso no me detuvo, lo que me detuvo fue la sorpresa que me dio una vecina que me observaba, aquella anciana se apresuró a mí y me dijo que MAKOTO mi madre, había sido internada en el hospital desde
hace una semana, inmediatamente me dirigí al lugar donde se encontraba, con un cierto temor a no encontrarla, pero con una seguridad de querer volverla a ver.
Cuando entre a su recamara el lugar se volvió incomodo, ella permanecía reposando en una cama con la cabeza apoyada al lado opuesto de donde yo me encontraba, me acerque a ella de manera delicada y note como el tiempo había pasado, su cabello poseía muchos rayos blancos, y sus manos eran decoradas por arrugas. Frente a mi había un espejo, al verlo entendí que el tiempo no había sido en vano, yo ya no era el niño que ella había abandonado, yo había madurado mucho, ya me había equivocado, había tenido mucho éxito y fortuna, me había enamorado, ¡tanto en tan solo 29 años!, me encontraba pensando en ello cuándo sentí como su mano toco la mía, con la otra se retiró el oxígeno y con una voz débil imploró perdón.
Era una nueva luz a mi destino…me tire a sus brazos sin decir una palabra y fue así como la primer pena con la que nací había quedado perdonada. La vida es un ciclo, y mi ciclo estaba concluyendo.
En aquel momento comencé a dedicarme a mi madre, antes de que yo llegara a verla ella estaba sola y yo también, la vida quiso que compartiéramos aquella dicha y nos diéramos el tiempo de volver a comenzar. Los días comenzaron a ser fugaces, pero cada tarde era una oportunidad nueva para conocernos, las sonrisas comenzaron a sanar nuestras almas, y a devolvernos un poco de alegría.
Dicen que “no hay mal que por bien no venga”, el vacío que como amigo había dejado TET comenzó a ser remplazado por mi madre, pues con ella podía distraerme, pero el vacío que nunca pude siquiera imaginar borrar era el de ZIEL… ¡lo extrañaba demasiado!, me hacía falta su perfume natural, sus palabras cálidas, su sonrisa traviesa y por supuesto sus besos. Aquel amor que le profesaba seguía existiendo y a medida que pasaba el tiempo más difícil era arrancar la dulce huella que había creado en mi corazón, pasaba el tiempo y no había día que me preguntara por ZIEL, con cierta melancolía que con el tiempo se volvió un eco en mi mirada. << ¡Te seguía esperando!, pero no llegaste, ¿tuviste que esperar a que llegara alguien más?... >>.
Una mañana en la que me apresuraba a la recamara de mi madre fui detenido por el ser más alegre que jamás he conocido, nadie mejor que él pudo devolverme alegría.
Iba pensando en ZIEL, cuando de pronto unos enormes brazos me sujetaron por detrás y me introdujeron a una habitación vacía. Mi espanto fue tal que un ligero grito escapo de mí, pero tan pronto nos encontramos en la habitación y con la luz encendida me tranquilice. Ante mí se encontraba un sujeto más alto que yo, su cabello alborotado hablaba de un joven amante del rock, llevaba un pantalón ajustado y un chaleco
desabrochado el cual dejaba ver un pecho ejercitado, unos lentes obscuros cubrían su mirada lujuriosa, pero tan pronto se los quito logre distinguir una pasión en él que me cautivo, él aprovecho de mi sorpresa y dirigió sus labios a mi cuello, dio un breve lamido con su humedecida lengua y después mordió suavemente mi piel.
H- ¡suéltame!.... ¡detente!
KA- eres exquisito, muero por probar más de ti, no te recuerdo tan irresistible, en aquel entonces fui muy inocente, pero ahora qué más da…- Con la fuerza tan voraz que poseían sus brazos desprendió mi camisa y comenzó a lamer mi piel. Tuve que ser rudo con él y con tal de detenerlo lo golpee.
H- ¡no te conozco!... ¿quién eres? …-aquel joven comenzó a reír, como si mi pregunta fuera un chiste, después de un rato se voltio a mí, volvió a aprisionar mi cuerpo, esta vez se apoyó de la pared para que yo quedara completamente inmóvil.
KA- ¿en verdad no me reconoces?... o más bien ¿no me quieres reconocer?
H- ¡suéltame! ¡Ahora mismo! Yo… yo no te conozco.
KA- imposible, todos me conocen, todo el mundo habla de mí. Tú mejor que nadie deberías reconocerme, ¿acaso me has olvidado?
H- ¿olvidarte?... ¿de qué hablas?, no te conocí nunca, ¡déjame!
KA- inmóvil, fuera de control… ¡así me enloqueces más!
H- ¡déjame, esto no es gracioso!
KA- no quiero herir mis sentimientos, solo por eso juguemos a conocernos… soy KAZ…mucho gusto HYDE.
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