Capítulo 15 “Promesa”
…
KA- HYDE-KUN no llores, te prometo que cuando sea grande seré el mejor guitarrista del mundo y les are saber que mi maestro fuiste tú.
H- está bien, toma esta pequeña pulsera se ve bien con tu chaleco rojo, es muy especial para mí, de ahora en adelante será tuya cuídala porque esta pulsera será el recuerdo de la promesa que hay entre nosotros dos
…
El recuerdo de aquella escena me sensibilizó, recordé que aquella tarde yo había abrazado y llorado al despedir a un niño de nueve años, a un niño que amaba como a un hermano menor o incluso como a un propio hijo. Ahora frente a mí se encontraba un joven de dieciocho años, con una estatura que sobrepasaba la mía, un cuerpo formado de músculos remarcados, su sonrisa curiosa ahora era perversa, y su mirada inocente solo la pude observar mientras dormía, pues cuando tenía los ojos abiertos estos proyectaban lujuria.
KA- ¡me has reconocido!, no ha sido en la mejor situación pero…soy yo…KAZUYA.
H- KAZ…mi pequeño KAZUYA, esto no es posible, tú y yo no deberíamos estar haciendo lo que estamos haciendo…- Debido a la sorpresa que acababa de llevarme lo aleje inmediatamente de mi cuerpo, me puse de pie y tome mi ropa, tenía la intención de alejarme de él solo para tomar aire pero me detuvo.
KA- ¡perdóname!, sé que debí decirte desde un principio quien era yo, pero tú no me reconociste y quise aprovecharme de ello para poder tener un encuentro contigo como el que estábamos teniendo.
H- ¿Qué dices?... ¿Cómo te atreves?, ¡por dios KAZ!, solo lo has hecho porque tú…
KA- si, quería poseerte. HYDE he crecido admirándote, has sido un ídolo perfecto, incluso más que mi padre o mi madre, aquel deseo de volver a estar contigo se ha trasformado porque ya no soy un niño… perdóname lo arruine todo.
H- KAZ… ¿KAZ?... ¡no es posible!, tú no eres aquel niño…y ¿yo?, ¿en qué pensaba cuando acepte estar contigo?...- Los segundos de silencio tras mis palabras fueron interrumpidos por un ligera carcajada por parte de KAZUYA.
KA- Pensabas en olvidar tu desamor con un poco de placer momentáneo, has escogido a la persona ideal, solo que tú me imaginas cuando apenas tenía nueve años de edad, mírame HYDE-KUN, soy yo, tal vez mis intenciones te desconcierten pero no hay nada que
temer, después de todo no soy tu hijo… ¿estás muy molesto?, la forma en que me miras me inquieta un poco, dime ¿qué piensas?
H- ¿un hijo?...KAZ, tú no entenderías lo valioso que has sido para mí, recuerdas aquellos largos meses en los que solíamos sonreír inocentes, llenos de alegría, ¿los recuerdas?, cuando yo… tú tan solo eras un niño y tal vez por eso no recuerdas el cariño que logre guardarte, eras para mi luz…KAZ…mi pequeño y amado KAZUYA, ¡eres tú! …-Me lance sin titubear a su cuerpo, lo abrace profundamente y las lágrimas de alegría fueron inevitables.
Nuestros cuerpos seguían desnudos, y evidenciaban un intento fallido de poseernos, a pesar de ello aquel abrazo fue del todo inocente, sin intención de provocar nuestra pasión, aquel abrazo era solo el recuentro entre dos almas que se querían, el inicio de una promesa, fue un nuevo camino para mis temblorosos pasos.
KA- entonces ¿perdonaras mi atrevimiento?
H- sí, después de todo aquella idea tuya de poseerme me sigue pareciendo inocente y a la vez tentadora, pero ya no te hagas ilusiones eso jamás podría pasar entre nosotros.
KA- pero si te parece tentadora podríamos intentarlo. Solo imagínalo, tal vez si te dejas envolver en un placer fugaz tu semblante de alegría vuelva.
H- ¿semblante de alegría?... ¿de qué hablas?...- Tomó mi mano y me guio al espejo que colgaba en una de las paredes de la habitación, él se colocó detrás de mí y comenzó a acariciar mi rostro.
KA- observa, cualquiera que te vea y te haya conocido días, meses e incluso años atrás sabría que tu vida está al final, sé que tu enfermedad ha empeorado porque ayer perdiste la conciencia en tan solo un parpadeo, pero no es eso lo que te agobia, es aquí, en tu pecho, es el que te ha lastimado con su desamor…-KAZ sabia acerca de mi enfermedad porque siempre mantuve al tanto de todo lo que me ocurría a su madre, eso no fue sorprendente, lo que me había causado impacto eran sus palabras, hablaba de mi vida como si realmente la conociera, pero no era así, al que realmente conocía era a mí, y es por eso que él noto aquella tristeza en mi mirada. Cuando vi por primera vez a KAZ, cuando tan solo era un niño pensé que era un ángel, eso no había cambiado, la forma en que hablaba y conmovía mis sentimientos me hicieron seguir creyendo aquella idea, fue entonces que decidí abrir mi corazón a su bondad.
H- ZIEL…su nombre es ZIEL.
KA- poco importa su nombre, toma su recuerdo y destrózalo como lo ha hecho con tu corazón. Mírate HYDE, a pesar de la melancolía que desprende tu gesto, aún hay en tu
mirada ese fuego apaciguador de almas, aliéntalo, dale oxígeno a aquella sed tuya de seguir conquistando al mundo, llévate la vida en una mordida, piensa que solo es el último trago de licor y que en él se va lo mejor de ti…no tenemos tiempo para llorar.
H- pero lo amo, ¡aun lo sigo esperando!, un vaga fantasía porque vuelva me persigue y me impide borrarlo, es verdad…siento que no hay tiempo, pero para él, para su espera me sobra un eternidad.
KA- la espera es para corazones débiles, sujeta mi mano y dime ¿quieres venir junto a mí?, escucha bien, estoy ansioso por devorar al mundo, no pretendo detenerme a ver lamentos y necesito cumplir una promesa, una promesa que alguna vez me inspiro una persona que a pasos agigantados conquistaba al mundo con su voz…seré el mejor guitarrista que este mundo haya conocido antes, ¿qué prefieres?, verme del lado de la oscuridad triunfar, o prefieres estar en luz, junto a mi…sonriendo porque la promesa se hizo realidad.
El silencio duró un largo rato, aquel espejo no solo se limitó a mi imagen, profundizo hasta tal punto que en él vi mi alma reflejada, pensamientos abstractos pasaban por aquel objeto, dolor, alegría, amargura, lagrimas…y de pronto su sonrisa, recordé aquella vieja escena junto a ZIEL, cuando él solía ponerme nervioso e intentaba conquistarme, recordé su sonrisa traviesa a punto de pronunciar palabras que hasta la fecha me son inolvidables.
<<… ríe más que tienes una sonrisa encantadora, no lo digo con la intención de acosarte pero si con la intención de que seas menos egoísta y compartas más el semblante acogedor que se forma en ti cuando sonríes…>>
Estuve a punto de quebrarme, recordar sus palabras me había hecho recordar su presencia, un diamante transparente se dispuso a salir de uno de mis ojos, pero aquellas palabras que se repetían como eco me hicieron titubear, termine por eliminar aquella evidencia de tristeza y guie mi mano a la de KAZ.
H- nuestra promesa se hará realidad y ambos estaremos en la luz para verla cumplir… ¿Esta sonrisa está bien?, prometo no ser tan egoísta y volver a compartir el semblante acogedor que se forma cuando sonrió.
KA- si, tienes razón habías sido egoísta al no compartirla…es perfecta, tu sonrisa es perfecta.
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