Hola mis queridos lectores primero antes que nada quiero agradecerles su tiempo de espera, desgraciadamente la segunda mitad del 2014 me vi en muchos problemas tanto de tiempo como personales por lo que no les pude dar actualizaciones como ustedes merecen, por eso tome la decisión de retirarme un tiempo en lo que podía solucionar todo, el día de hoy regreso con A Silent Letter fic en el que estuve trabajando todo este tiempo, espero lo disfruten.
Un gran saludo de Luna.
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INSTRUCCIONES ==========
A: Alejandra
H: Hyde
Y: Yamamoto
K: Kou.
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CAPÍTULO UNO.
Después de mucho esfuerzo y mucho estudio me pude graduar como enfermera, el día de hoy comienzo en mi nuevo trabajo, aunque gracias a mi excelente promedio podría estar donde yo quisiera, tal vez en los hospitales más prestigiosos del país, decidí ingresar en una institución donde se atiende a pacientes de bajo presupuesto en que se sabe ayudan a quienes realmente lo necesitan, el sueldo no es muy bueno pero mi vocación y el ayudar a quien más lo necesita es lo que me tiene aquí.
Y: Bienvenida, soy el doctor Yamamoto soy el jefe del área.
A: Mucho gusto, soy Alejandra.
Y: Bien, te explicaré lo que hacemos aquí: En esta área tenemos a los pacientes que han sido abandonados por sus familiares, tratamos de cuidarlos y atenderlos lo mejor posible, desgraciadamente tenemos muy poco personal y muchos pacientes, por lo que tú tendrás que encargarte de los pacientes de aquí, cuando cumplas dos meses podrás elegir el área que quieras.
A: ¿Y quien se haría cargo de los pacientes de aquí?
Y: Ya veremos quien, realmente muy pocos quieren estar en esta área.
A: ¿Son muchos pacientes?
Y: No, solo hay dos; la señora Delfina es una anciana de 90 años que sus familiares dejaron aquí abandonada y Hyde un joven que se encuentra en estado de coma.
A: ¿Desde cuando esta en coma?
Y: Ya tiene tres años, sufrió un accidente automovilístico.
A: ¿Su familia lo abandonó?
Y: Solo tenía a sus padres pero ambos murieron en el terremoto de hace unos años en Japón, su padre murió al instante, su madre estuvo herida y antes de morir cambio el testamento dejando toda su herencia a esta institución, con la condición que su hijo fuese atendido aquí hasta que despierte o muera por causas naturales, para serte honesto creo que será la muerte lo que tendrá, no veo mejoría alguna en él, según me contó el abogado de la familia Hyde se iba a casar pero la chica no soportó el estado en que quedó y lo abandonó así que no tiene a nadie más.
A: Comprendo, me apresuraré a cuidarlos – la historia de ese joven me ha conmovido mucho, no entiendo como alguien que puede profesar amor puede abandonarlo en momentos como ese.
Una vez que me he despedido del doctor Yamamoto, comienzo a recorrer las instalaciones del área, como bien me dijo esta prácticamente abandonado hasta que llego a la habitación de la señora Delfina, al entrar veo que es una ancianita con un rostro muy cálido, su cabello es completamente blanco signo de su edad, a un lado de su cama hay una jaula con un pequeño canario quien canta al verme entrar.
A: Buenos días, mi nombre es Alejandra, soy la nueva enfermera del área.
D: Hija, buenos días – Se levanta con mucha dificultad y me ofrece unas galletas – toma una las hornee yo.
A: Muchas gracias – la pruebo – es realmente deliciosa.
D: A las cocineras no les molesta que ocupe el horno, y así no me aburró, mira te presento a mi compañero él es arcoíris mi pajarito – el pequeño animal revolotea en la jaula.
A: Hola pequeño – meto uno de mis dedos y toco su fino pelaje, el pequeño se para en mi dedo y mueve su cabeza de un lado a otro como si entendiera lo que esta pasando.
D: ¿Vendrás a visitarme?
A: Claro, no solo estoy para ver que tome sus medicinas, sino para estar con usted; por el momento tengo que seguir recorriendo el área pero le prometo vendré más tarde, muchas gracias por la galleta esta deliciosa.
D: Te esperare – me da un abrazo y vuelve a acostarse.
Continúo caminando, revisando cada habitación del hospital, hasta que llego a la habitación donde esta Hyde, me acerco y lo miro, es un joven sumamente atractivo de pelo negro, me siento a un lado de él y tomo su mano.
A: Hola Hyde, soy Alejandra y voy a estar cuidándote, se que me escuchas tienes que recuperarte pronto para que pruebes las galletas que me ha dado la señora Delfina ¿Sí? - le doy un beso en su frente y me levanto – Regreso más tarde iré a cumplir con mis labores y después estaré contigo.
En la escuela me enseñaron que una persona en coma puede escuchar, muchos creen que es un mito ya que nunca se ha comprobado que sea así pero yo quiero creer que si escuchan y sienten, quiero intentar hacer que despierte, que sienta lo hermosa que es la vida y él pueda despertar pronto.
Después de terminar con mis labores administrativas y de ir a darle sus medicinas a la señora Delfina quien puedo decir es un amor, a pesar que sus hijos la maltrataban hasta que se hartaron de ella, la llevaron a la institución y cuando salio de la consulta la habían abandonado, la llevaron a la dirección que habían dado pero resulta que no era su casa, llamaron y no era el teléfono que habían dado por lo que los doctores decidieron dejarla ahí en la institución, su pajarito se lo obsequio el doctor Yamamoto para que le hiciera compañía, le puso "arcoiris" porque dice que es quien ilumina sus días con sus cantos, le gusta cocinar galletas y regalarlas a las cocineras, doctores y enfermeras o a veces cuando el dolor de sus piernas no es tan fuerte sube a donde esta el área de pediatría y las obsequia a los niños enfermos o les canta canciones muy viejitas con las que su madre la dormía cuando solo era una pequeña inocente.
Entro a la recámara de Hyde, reviso los signos vitales pero todo sigue igual a como en sus registros, lo baño con unas toallas húmedas, lo que más disfruto es limpiarle su pelo ya que según me contaron la otra enfermera le gustaba ponerle tratamientos y cuidarselo pues decía que su pelo es de ensueño y tiene razón por lo que sigo esa tradición y aplico tratamientos para mantenerselo lo mejor cuidado posible.
Después lo visto, para eso me tiene que ayudar algún enfermero ya que esta pesado para mí, no me simpatizó mucho el enfermero encargado; Kou es un chico más o menos de mi edad, es muy atractivo físicamente pero su actitud no me cae muy bien, es muy déspota y no tiene nada de sensibilidad por los pacientes, sentí que me coqueteaba pero lo he ignorado no me interesa una relación y menos con alguien como él.
A: Hyde ya estas limpio, tienes un hermoso cabello – acaricio su pelo – te prometo que lo voy a cuidar mucho para que se mantenga perfecto y cuando despiertes tendrás que prometerme que lo vas a cuidar.
Me acerco a donde están los suministros y le preparo la inyección para darle de comer vía suero.
A: Te estoy dando de comer, pero cuando despiertes te llevaré a comer a mi casa, no soy mala cocinera he, una mujer que vive sola debe saber cocinar bien si quiere sobrevivir, y te daré muchos dulces aunque no me queden tan deliciosos como las galletas de Delfina.
Me quedo todo lo que resta de mi turno, hablando sin parar, le cuento sobre mi, mis gustos, porque soy enfermera, sobre mi familia, le he prometido que le llevaré los libros que he leído y le leeré todos los días hasta que despierte.
He acariciado su mano y besado su frente aunque debo reconocer que me he sonrojado un poco al hacerlo y es que aunque mi intención es que comience a sentir tacto y a escuchar para animar a su mente a luchar y despertar debo reconocer que es demasiado atractivo.
Después de despedirme de mis ambos pacientes me dispongo a regresar a mi casa.
K: ¿Te acompañó?
A: No, gracias.
K: Vamos solo es compañía.
A: La agradezco pero estoy cansada y lo único que me interesa es ir a dormir.
K: ¿Algún día aceptaras tomar un café conmigo?
A: No, gracias.
Continúo mi camino, hago la parada al bus y dejo a Kou, solo quiero llegar a dormir, me he sentido muy cansada pues aunque solo son dos pacientes el trabajo administrativo es mucho y sacarlo yo sola conlleva mucho esfuerzo, y más si quiero tener tiempo de pasar a conversar con Delfina y a leerle a Hyde.
Mi rutina llegando mi casa es bastante pesado pues debo cocinar para el otro día, preparar mi ropa, al otro día levantarme temprano para hacer limpieza en mi hogar y después irme a laborar.
K: Buenos días preciosa.
A: Buenos días y te pido de favor no me digas preciosa, no soy nada tuyo – me doy la vuelta y continuo mi camino.
Llego a mi zona de trabajo donde me dedico a mi trabajo, una vez terminado voy a darle su medicamento a Delfina quien se dedica a contarme su vida, su juventud me impresiona, tantas experiencias vividas, es muy agradable estar con ella y saber tantas cosas. La dejo durmiendo y bien tapada. Después de atender a Hyde me pongo a leerle, hasta que es casi la hora de mi salida, lo tapo bien, le doy un beso en su frente y regreso a mi casa.
Así han pasado rápidamente dos meses, entre los constantes acosos de Kou, entre las conversaciones y galletas de Delfina, entre leerle a Hyde y darle un beso en su frente antes de irme.
D: ¿Porque no hablas con Yamamoto sobre los acosos?
A: No quiero buscar problemas y no quiero que me cambien de área.
D: Mi hija no tienes porque soportarlo, si sigue molestando habla con el doctor.
A: Le prometo que si continúa así tendré que tomar medidas aunque se haga un problema mayor, por lo mientras seguiré ignorándolo.
Mi tranquilidad se ve interrumpida al sonar la alarma que indica que hay problemas en la habitación de Hyde por lo que salgo corriendo, casi me caigo pero nada me importa corro lo más pronto que puedo, al entrar veo que ha entrado el doctor Yamamoto en compañía de Kou.
A: ¡Que sucede! - digo con mucha dificultad a causa de la falta de aire.
Y: El ritmo de Hyde esta muy elevado.
A: Hyde, escúchame – me acerco a su oído – tranquilo, estoy aquí, respira, cálmate.
Poco a poco su ritmo cardíaco comienza a bajar, no he soltado su mano.
Y: Que bueno por fin se ha estabilizado.
A: Esta comenzando a tener reacciones.
Y: Si, tal vez una pesadilla.
A: Eso es un buen signo ¿no?
Y: Alejandra no te ilusiones, puede que si sea un signo puede que solo sea una reacción de su cerebro.
Decido quedarme con él toda la noche, esperando que sea un buen signo estoy realmente ilusionada por el que el despierte.
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