Capítulo 16 “Licor”
En menos de quince días KAZ se había mudado a mi casa y habíamos iniciado la tan esperada promesa.
Vivir junto a él no era del todo desconocido pues ya habíamos vivido juntos años atrás cuando él era un niño y yo más joven. Todas las tardes solíamos salir a comer a algún lugar nuevo, por las noches él acostumbraba a deslumbrarme con su música, a veces yo solía intervenir para mejorar su postura o algún defecto del instrumento, él me miraba atento, aprendiendo de memoria cada una de mis palabras, su compañía me hacía tanto bien que sin darme cuenta el recuerdo de ZIEL se hacía menos constante, no faltaban las ocasiones en que imploraba por saber de él, pero siempre aparecía KAZ e iluminaba la habitación con su ruidosa risa, con sus inusuales caricias y con sus ligeras palabras. Sin su compañía lo más probable es que hubiera tenido que permanecer internado en algún hospital ya que mi enfermedad había empeorado y los ataques que ella provocó se fueron haciendo más constantes a tal punto de ser diarios. En algunas ocasiones perdía la conciencia y en otras no tan graves un intenso dolor en mi pecho me hacía quedar inmóvil, de cualquier forma KAZ siempre estuvo ahí para darme ánimo y la fuerza necesaria para soportarlo, incluso tenía una gracia tal que solía aliviar el dolor al hacerme sonreír.
En una noche inusual para ser primavera el cielo nublado me hizo una sutil invitación para escribir, hacia tanto tiempo que no me sentía inspirado, pero aquel cielo fúnebre, que parecía estar a punto de quebrar en llanto me hizo sentir atraído por mi tan extrañada hoja de papel y tinta. KAZ se encontraba bañando y yo decidí ir al jardín, debajo de un árbol tome mi bolígrafo y comencé a escribir, mi mano hacia movimientos involuntarios, parecía ser manejada por el viento cruel pues escribía a una velocidad descontrolada. Al poco rato unas gotas de agua se dejaron caer del cielo, nada me importo pues sobraba mucho que escribir. El frio del viento y el agua del cielo no lograron apaciguar mi alma, solo lograron disfrazar las lágrimas que había comenzado a derramar, pues cuando me di cuenta todo había sido escrito para ZIEL, en medio de aquella tormenta solo pude arrugar aquellas hojas en las que habían sido sellados mis deseos por GACKT, en aquella tempestad intente dejar el dolor que aún me perseguía por su ausencia pero parecía inútil, mientras más lagrimas eran derramadas más quería sentirlo, más me negaba a no amarlo y entendía que seguía necesitándolo. Finalmente todas aquellas emociones fueron tranquilizadas por un abrazo, sin decir una palabra él tomo fuertemente mi cuerpo y lo mantuvo aferrado al suyo por largo tiempo, después seco mis lágrimas con sus manos y me arrojo al suelo, encima de mi comenzó a besar mis labios y más tarde con sus toscas manos recorrió mi cuerpo.
KA- no tienes por qué negarlo…sigues amándolo, pero tampoco tienes porque esperarlo, ¿sientes?
H- K…KAZ… ¿Qué haces?...- Él había dirigido una de sus manos al interior de mi ropa, por debajo de mi camisa hacia caricias provocadoras, después de un rato arranco aquella prenda y él también comenzó a desnudarse.
KA- recuerda que no hay mejor alivio para el desamor que el placer, esta vez no te are caso, tus palabras no hacen más que controlarme será mejor que ahorres energías y evites hablar, yo haré todo lo necesario y hasta lo innecesario para elevarte.
H- pero KAZ te he dicho que…
KA- si te pido que lo olvides sería algo estúpido, las personas no se olvidan de un día a otro, si te digo que permitas que te ayude a hacerlo sería un engaño, yo no pretendo que lo olvides conmigo, si te invito a encontrar placer conmigo te niegas porque soy el hijo de NORIKO, pero si tan solo te pido que te dejes complacer, acaso estos besos ¿no son suficientes?....harás que la humedad de mi lengua llegue al rincón más profundo de tu frágil cuerpo.
H- tienes razón, no podría olvidar a ZIEL de un día a otro, tú no ocuparías su lugar, y me niego a estar contigo porque eres…
KA- ¡nada!, no somos nada más que amigos y de ahora en adelante amantes. Ambos lo sabemos, el lugar que el imbécil de ZIEL ocupa en tu corazón no será remplazado, pero el lugar que ocupó en tu cuerpo si… toma, bebe un trago de licor ¿o prefieres que sea roseado en tu piel?
De algún modo KAZ sabía controlarme, hasta ese momento sus palabras nunca habían sido suaves por el contrario siempre fueron frías y muy reales. Inducido por sus movimientos y sobre todo por sus frases tome aquella botella de licor y bebí casi toda de un solo trago, lo que sobro lo rosee en mi cuerpo y dirigí mis manos al rostro de KAZ.
H- por hoy no pensare en su olvido, tampoco me detendré a curar el dolor…hare lo que me has propuesto… y lo hago porque me has vuelto loco, tus palabras me han motivado a encontrar un refugio que no son las lágrimas, tu cuerpo me hace una fuerte invitación a lo indebido, tal vez porque una parte de mí se niega a extrañarlo…vamos KAZ compláceme…-Lo bese profundamente, parecía querer devorar su rostro, era solo pasión, pues recuerdo que aquel beso jamás se pudo comparar siquiera con el primer beso que le di a ZIEL, había caído en su juego…él perdería y yo ganaría.
En medio de la lluvia, debajo de aquel árbol nuestros cuerpos habían sido inducidos al placer, en repetidas ocasiones paso por mi mente detener aquel acto, pero cuando intentaba hacerlo él hacia cualquier movimiento que me hacía sentir bien y de ese modo continúe hasta terminar.
KA- ¡eres maravilloso!
H- tú no te detengas, aun sobra licor en mi cuerpo… tienes que lamer todo.
KA-...no sé si este licor es delicioso porque esta sobre tu cuerpo o porque corre como tu sangre, parece sangre.
H- tal vez es sangre…intenta probarlo, muerde aquí…- Sin titubear KAZ mordió mi cuello hasta conseguir un grito, así sus palabras se habían convertido en realidad y parecíamos poseídos, estábamos poseídos por los sentidos, queríamos sentir goce, al final el deleite fue pasajero, y fugaz como un suspiro se evaporo.
H- pereces un vampiro, realmente me has mordido.
KA- tu mirada, aquel resplandor buscando placer me ha figurado a un vampiro apoderándose de su víctima…a pesar de que yo fui el que mordió yo soy la víctima, porque estoy hechizado por los encantos de un vampiro, ambos lo somos… somos vampiros, ¿te parece? de ahora en adelante tú y yo seremos ¡VAMPS!
No hay comentarios.:
Publicar un comentario