lunes, 29 de junio de 2015

The Shadow of ZIEL, capitulo 21



Capítulo 21 “Despedida” 


El tiempo junto a TET se consumió velozmente, todo sucedió entre risas, él mejor que nadie logro distraer mi corazón del dilema en el que se encontraba, pero solo quedó hasta ahí, al final de la noche me quede sin alguna respuesta, lo único que tenía era tranquilidad y alegría, pero al volver a casa todo estalló, aquella tranquilidad desapareció, y la alegría se volvió mutable.


Mi casa parecía estar sola, así que sin ninguna precaución comencé a desvestir mi cuerpo, pero fui interrumpido por su malévola risa, al verme se acercó a mí con una copa de vino.


KA- siempre es un placer disfrutar de tu cuerpo desnudo, eres la mejor escultura antes hecha por el hombre, el “David” de Miguel Ángel es nada comparado a ti, en aquella roca no hay perfección, la belleza misma esta frente a mi…HYDE. Prometo que esta noche no abusare de ti, toma una compa de licor y acompáñame al baño, compláceme con dejar que talle tu cuerpo, prometo no hacer nada que te incomode.


Sorprendido por las palabras de KAZ, cedi a su petición, tome mi copa de vino e introduje mi cuerpo al yacusi, él por fuera tomo una esponja y comenzó a acariciar mi cuerpo, no decíamos nada, solo dejamos que la música interpretara los sentimientos, era música apasionada, era jazz.


Poco antes de que yo saliera de la tina KAZ se adelantó y me pidió que cerrara los ojos, tome mi bata y tal como lo pidió salí, temeroso de tropezar con algo comencé a tocar todo, al notarlo él comenzó a guiarme con su voz, tras varios tropiezos que nos provocaron risas llegue a lado suyo. Sentí como el aire rosaba mi piel y supe que se trataba del barandal, él coloco sus manos sobre mis ojos y antes de dejarme ver susurró: siento que es una despedida, no quisiera que fuera así, pero eso es cosa del destino, por ahora, antes de ser separados hazme creer en la ilusión, hazme creer que algún día lo quisiste olvidar conmigo, que algún día me deseaste como yo a ti y que me dejaras enamorarte.


KAZ soltó mis ojos y pude ver un enorme letrero frente a mí que decía “TE AMO”, debajo una pequeña poesía era un cordial adorno, al poco rato fuegos artificiales adornaron el cielo y él una vez más habló: dime… ¿me aceptas a mí?, o ¿aun prefieres ir con ZIEL?


Era el detalle más bello que nunca antes alguien pudo darme, KAZ me hizo suspirar, me ilusiono, incluso me impresiono, pero entonces un hueco apareció, aquella pregunta otra vez. Lo mire fijamente y solo pude responder: tú…mi pequeño KAZUYA no mereces esto, no me perdonaría engañarte, así que no me pidas ilusionarte, por ti, ahora mismo todo quedara claro, solo déjame decirle adiós, él también merece una respuesta y es esta…


Tome el rostro de KAZ y lo bese, estaba tan conmovido y convencido de la escena que decidí renunciar a ZIEL. Después de aquel beso tome mi ropa y me dirigí hacia GACKT con la intensión de dejarle en claro mi decisión, KAZ me observó, sin decir nada me dejo ir.


Estaba decidido, durante el camino ningún pensamiento me hizo titubear. KAZ, nadie podía merecerme más que aquel que gritaba que me amaba, aquel que lo mostraba, aquel que se aferraba a mí. En un parpadeo llegue a su casa y sin detenerme a tocar el timbre entré, él estaba sentado a lado de su piano, parecía pensativo pues no tocaba una sola nota, cuando me vio frente a él hizo un gesto de sorpresa y antes de que pudiera hablar yo interrumpí.


H- he tomado una decisión, GACKT yo solo necesito a KAZ, y si ahora tú no eres capaz de decirme ¿Qué tienes que esperar? me iré, me iré lejos de ti y sujetare la mano de KAZ, porque él se aferra a mí y tú solo echas promesas al aire, estoy cansado de escuchar y no ver…así que…


G- si es así, si esa es tu decisión al menos antes de irte, antes de seguir hablando concédeme una pieza, una nota, la última…-Él levanto su mano en señal de invitación, seguido de eso miro directamente a mis ojos y sonrió, tras varios meses sin ver aquel gesto suyo me sentí extraño pero de algún modo aliviado, no fui capaz de corresponder a su sonrisa pero si de tomar su mano y dirigirme a lado suyo para tocar el piano.


Él comenzó en un tono bajo, miraba atentamente al instrumento y yo solo podía verlo a él, al poco rato él se detuvo, una vez más me miró y sonrió, tomó mi mano izquierda y me guio hasta que conseguí la nota que necesitaba, en un principio yo me encontraba concentrado y serio pero tan pronto una de mis manos interrumpió el camino de su nota una sonrisa broto, desde el fondo de mí y de un modo inevitable reí, en realidad ambos lo hicimos pero sin pausar la melodía. Al cabo de un rato mis manos terminaron cansadas y entumidas, él lo notó y dejó de tocar para sujetar mis manos, las llevo hacia su boca y comenzó a curarlas con sus besos, irritado por aquella situación arrebate mis manos de sus labios y con una de ellas voltee su rostro de un golpe.


H- ¡deja de ser así!...tú me irritas.


G- ¿Cómo?


H-así…, deja de seducirme, deja de ser tan bello para que pueda olvidarte, olvida como sonreír porque tu traviesa boca solo logra enloquecerme, deja de acariciar mi cuerpo porque con ello imploras mi pasión, deja de mirarme porque…porque… ¡solo bésame!, terminemos esto tal como empezó…lleva tus manos al interior de mi ropa…


G…y no solo ahí, si tú lo pides yo llevare mis manos al interior de tu cuerpo, como justo ahora mis dedos merodean en tu boca, y si esto no basta are que tus suspiros sean mi respiración, dejare tu cuerpo al olvido, a la sensación más lejana de lo real, todo si tú lo imploras y aunque no fuera así, yo mismo lo imploro y así será.


H-sí, ¡así!...yo lo imploro, recuérdame que eres mi destino


G- y tú que eres mi cielo…, prometo que el solo hecho de hundirme en ti será insuficiente, entonces solo bastara hasta que tu voz se hunda en el silencio y que sea solo tu mirar el que me diga que fue suficiente, el que me diga que esta sed quedo seseada, será hasta que mi cuerpo quede a tu disposición, pues no tendré fuerzas para levantarme, solo me conformare con mirarte a lado mío…eso es suficiente.


Había más que decir, las palabras salían de nuestros labios tal cual los pecados nos son facilitados, pero nosotros mismos interrumpimos, no soportando el hecho de estar separados nos hundimos en un beso, al principio mi cuerpo provoco extraños sonidos al estar rosando con el piano que acabábamos de tocar, pero pronto ZIEL me tomó y lentamente me posiciono en el suelo, ahí todo lo que dijimos fue cumplido.


En repetidas ocasiones mi voz estalló en grito, a pesar de ello él no se detenía, por el contrario, usaba todo mi cuerpo para volver a repetir aquel placentero estallido, como nunca antes sus labios recorrieron todo mi cuerpo, desde un beso que sellaba mis ojos, hasta otro que terminaba en mis dedos. En todo el tiempo en que nos seducimos yo quede inmóvil, incapaz de hacerle una caricia, él se apodero tanto de mí que quede a merced de su intención, solo hubo espacio para ello cuando él se detuvo para sujetar firmemente mis piernas, entonces me miró, tomó un respiro y yo pude acariciar su rostro, lo rodee con mis manos y termine con el rose entre nuestros labios.


Al final, después de que la lujuria hubo consumido nuestros cuerpos en el cansancio, él cayó sobre mi cuerpo, logre sentir un ligero temblor en sus manos, su respiración era demasiado agitada y parecía no bastarle el oxígeno del aire para abastecer su cuerpo, yo lo observe y a pesar de que yo también estaba agitado tuve la suficiente fuerza para tomar su rostro y volverle la respiración, después invertí nuestras posiciones hasta que yo quede por encima de él, entonces tomé sus manos y al igual que él comencé a relajarlas con unos cuantos besos, él me miraba y sin poder decir nada cedió a mis cumplidos, al cabo de un rato me encogí entre sus brazos que me sujetaron fuertemente, cerré mis ojos y en mi mente imploré: ¡que no sea una mentira!, y si es verdad que no sea una despedida, una palabra suya; la verdad, ¡que todo termine ya!, porque esta necesidad contenida me hace mal, y ahora que ha sido floreada es un bien supremo, tan grande que también es dañino, hace a mi corazón susceptible al dolor.

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