miércoles, 1 de julio de 2015

========== A Silent Letter, capítulo 8 ==========

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INSTRUCCIONES========== 


A: Alejandra 
H: Hyde 
Y: Yamamoto 
K: Kou. 
N: Natsuki 

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Capítulo Ocho. 


Por la tarde como es costumbre llega Hyde, a pesar que estoy lastimada continué con mis labores normales, siempre he sido una mujer fuerte y ahora no pienso caer solo por una palabras que sé son falsas. 

H: Hola, he regresado. 
A: ¿Como te fue? - se acerca y me da un beso. 
H: Mas o menos – se ve molesto. 
A: ¿ Y eso? 
H: Natsuki fue a mi lugar de trabajo. 
A: Ya estoy harta de ella. 
H: Yo igual pero tranquila ya le puse un alto y le he pedido nos deje en paz, no deberíamos de hablar de ella. 
A: Tienes razón. 

Nos sentamos a cenar mi madre ni siquiera ha regresado a la casa aunque dudo que se fuera pues su maleta sigue en la recámara. simplemente es su manera de castigarme, cuando era chica siempre se lo hacia a mi padre a veces él tenía que salirse del trabajo para ir por mi a la escuela dado que ella se desaparecía de la casa y no le importaba nada, ni siquiera yo. 

A pesar de todo quiero a mi madre, ella no era así pero de un momento a otro cambio mucho, todo a causa de varias amistades incluyendo el que ahora es su pareja, desde ese momento ella dejo de ser la madre preocupada y amorosa cuando se molestaba y como siempre peleaba con mi padre prácticamente esa era su actitud todos los días. 

Se que Hyde quiere saber pero no se anima a preguntarme el porque mi madre no ha regresado, pero tampoco quiero contarle, me daría mucha pena el que viera la percepción que tiene de mi y lo que piensa sobre él. 

Después de un buen rato mi madre regresa sin siquiera dirigirnos la palabra, pero no hago intento por hablarle, mi orgullo es demasiado grande como para rogarle el que entienda como son las cosas. 

En la recámara... 

H: ¿Qué pasó mientras no estuve? 
A: No quiero hablar de eso. 
H: Tranquila. 

Me abrazó a él conteniendo todo mi coraje, quisiera gritar y decirle lo frustrada que estoy, lo cansada de su actitud pero decido no hacerlo, no es correcto que le cuente eso ni mucho menos que me ponga mal por algo que obviamente a ella al final no le importa. 

A: Estoy acostumbrada a estos pleitos así que no pasa nada. 
H: ¿Segura que no quieres que hable con ella? 
A: Segura, para empezar no es tan grave – miento – y además ella no te va a escuchar, acuérdate aun estas delicado y no pienso exponer tu salud por una intolerancia de mi madre ¿Entiendes? 
H: Ya que, te haré caso. 
A: Así me gusta – me acerco y le doy un beso. 

Despierto asustada, desgraciadamente mi noche ha estado llena de pesadillas, entre los sueños con mi madre, las peleas que presencie de niña y los acosos de Kou, no he podido conciliar el sueño ni mucho menos descansar; por lo menos Hyde no se ha despertado a causa de mis movimientos para tratar de dormir. 

Me levanto y me dirijo a la cocina, para mi mala fortuna me encuentro a mi madre. 

M: Tampoco puedes dormir. 
A: No, ¿Porque no prendes la luz? 
M: Mira – me hace que me acerque a la ventana – ese automóvil ya tiene rato que llego y no se mueve de ahí pero tampoco baja ningún pasajero. 
A: No puede ser – es el mismo auto que vi la ocasión pasada – no prendas la luz. 
M: Hija ¿Estás bien? 
A: No, ya en otra ocasión ese auto estaba ahí y eso no es todo, déjame contarte... 

Después de platicarle todo lo sucedido con Kou mi madre se encuentra horrorizada. 

M: Hija esto es muy peligroso, pensé que Hyde era demasiado sobreprotector y por eso antes de irse cerraba con llave. 
A: No, lo hace por esa situación. 
M: Cuídate por favor – me abraza – no quiero que te pase nada. 
A: No me va a pasar nada. 
M: ¿Como conociste a Hyde? 
A: Bueno es una historia larga... 

Después de contarle nuestra historia, mi madre esta muy conmovida. 

M: Debe de ser duro despertar y ver que lo has perdido todo. 
A: No sabes como se puso cuando lo supo. 
M: ¿Quien es Natsuki? Los escuche hablando de ella. 
A: La exprometida de Hyde, cuando paso el accidente lo abandono y ahora que ha despertado quiere regresar con él. 
M: Escúchame bien jovencita, no quiero que le dejes el camino libre, esa mujer no se lo merece. 
A: ¿Pero no que estas en contra de mi relación? 
M: Sigo estando en contra pero eso no significa que este de acuerdo con el actuar de una mujer así. 
A: No sabes que falta me has hecho, realmente te he extrañado. 
M: Yo también y perdona a veces no puedo controlarme. 
A: Lo se pero así te quiero – la abrazo. 

Hyde sale de la recámara muy adormilado pero cuando nos ve abrazando sonríe y vuelve a regresar a la recámara. 

Mi madre y yo nos quedamos todo lo que queda de la noche conversando como hace muchos años no lo hacíamos, por la mañana ella se ofrece a preparar el desayuno mientras sigue poniéndome al tanto de todo lo que ha pasado desde que se fue. 

H: Buen día. 
M: Buenos días Hyde, siéntate a desayunar. 
H: Gracias. 
M: Chicos voy a pedirles que tengan mucho cuidado con el sujeto que andaba acosando a Alejandra, esos hombres son peligrosos y pueden inclusive a llegar a convertirse en unos monstruos. 
H: No se preocupe yo cuidaré de su hija. 
M: No solo lo digo por ella sino por ti también. 

Continuamos conversando sobre distintos temas, se ha estructurado una platica muy amena, aunque Hyde sale corriendo dado que se le hace tarde por estar metido en la conversación. 

M: Bueno hija hoy debo regresar a mi casa, te voy a extrañar mucho. 
A: Yo igual pero sigue llamándome por favor. 
M: Te lo prometo. 

Pasó todo el día con mi madre, vamos a diferentes tiendas de donde ella se lleva recuerdos para su marido, después comemos en un modesto lugar para finalmente acompañarla al aeropuerto donde nuestros destinos se separaran por mucho tiempo. 

M: Cuídate mucho – me abraza. 
A: Tú también. 

Una vez que el avión ha despegado regreso a mi hogar, tomo un bus que me deje cerca, al bajar ya ha oscurecido por lo que camino lo más rápido que puedo ya que la calle esta vacía, después de un rato escucho unos pasos detrás de mi así que de la manera más discreta que puedo volteo y veo a un hombre de sudadera pero no puedo verle la cara pues trae la gorra levantada. 

Mi intuición me indica que debo caminar rápido, que hay un peligro cerca por lo que haciendo caso de ella camino lo más rápido que puedo pero ese sujeto hace lo mismo, doblo por una esquina con el afán de perderlo pero mis intentos son en vano, una preocupación se apodera de mi, ese sujeto sin duda me esta siguiendo con quien sabe que intenciones, aprieto aun más el paso y de repente choco con alguien. 

H: ¿Oye estas bien? 
A: Si ¿Qué haces aquí? - volteo discretamente y el sujeto se ha ido. 
H: Ya es tarde así que decidí ir a esperarte a la parada. 
A: Gracias por preocuparte, vamos a casa ¿Quieres? 
H: Si. 

Prefiero no contarle lo que sucedió ya que no le veo el caso, así que caminamos un par de cuadras más y regresamos a casa. 

H: Me da gusto ver que tu madre no se fue molesta contigo. 
A: Si a mi también me alegra. 

Hyde se levanta y me da un beso, después recoje los platos y se pone a lavarlos. 

A: Mañana regresaré a trabajar. 
H: ¿Tan pronto? 
A: Sí, ya estoy recuperada así que no le veo el caso de seguir aquí. 
H: Esta bien, pero cuídate ¿Sí? 
A: Que si, estaré bien. 

A pesar que mi madre ya se ha ido sigo sin desocupar la recámara que comparto con Hyde, tal vez me he acostumbrado demasiado a dormir con él, me da tranquilidad y paz, aun así y aunque le dije que si siento que no es tan correcto compartir la misma cama, pero no puedo evitarlo, he decidido por lo menos esta semana continuar durmiendo con él ya para la siguiente regresaré a mi recámara. 

Al día siguiente regreso a mi centro de trabajo donde Yamamoto decide mandarme al área de pediatría, esa área es muy desgastante pues un niño es más demandante que un adulto, aunque también disfruto mucho laborar ahí pues desde mis épocas de estudio siempre me agradó atender a los niños, ellos no saben que es lo que padecen y en la mayoría de los casos no son capaces de entenderlo pero su alegría siempre esta presente y eso me contagia. 

Desgraciadamente es la misma área que la de Kou pero afortunadamente en diferentes horarios así que el contacto con este sujeto es nulo. 

N: Vaya ¿siempre tengo que encontrarte? 
A: ¿Qué quieres? 
N: Vengo a consulta. 
A: Ok. 

Me doy la vuelta y procuro ignorarla, es muy obvio que solo esta viniendo a consultas para molestarme, ya que con el dinero que tiene esa mujer no necesita venir a un hospital como este, pero por mi ética profesional no puedo correrla ni ponerle mala cara aunque es horrible tener que soportar que cada que pase a sacar ficha me la vaya a tener que encontrar y es que para mi desgracia los pacientes sacan sus fichas en el módulo que está en la zona de pediatría así que pasa demasiada gente y por lo mismo debemos tener mucho cuidado con el robo de recién nacidos. 

Por la noche Hyde retoma su costumbre y va por mi a la hora de la salida, ambos regresamos a casa, continuamos con nuestra rutina pero hay algo diferente: disfruto mucho su compañía y el estar a su lado. 

Sigo con mis problemas de insomnio y el auto misterioso sigue estacionándose frente a mi ventana pero he decidido callarlo y no contarle a mi amado Hyde no veo el caso preocuparlo y tal vez solo sea imaginación mía o paranoia no tengo pruebas que sea algo malo y realmente no quiero preocuparme por eso prefiero ser feliz y disfrutar de mi relación, de mi trabajo y de todo lo positivo que esta sucediendo en mi vida. 

Pasan varias semanas en las que todo ha sucedido con normalidad a excepción de Natsuki quien se ha ofrecido como voluntaria para cuidar niños en el hospital, constantemente busca pelear conmigo pero no le doy el gusto, no pienso arriesgar mi empleo y mi carrera por sus berrinches. 

Constantemente busca echarme en cara como fue su relación con Hyde, busca hacerme dudar de él o inclusive hacer que pelee con él pero sus intentos son inútiles nada de lo que diga o haga va a hacer que dude de él, mi relación con Hyde va excelente a pesar que sigue siendo sobreprotector y eso llega a sofocarme, lo quiero mucho, con el tiempo me he dado cuenta de esto y no pienso tolerar que una mujer que en su momento no supo valorar lo que él le ofreció eche a perder todo lo hermoso que he forjado.

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