sábado, 18 de julio de 2015

The Shadow of ZIEL, capitulo 23



Capítulo 23 “Disfraz”


El viento que traslucido imitaba al goteo del tiempo, aceleró de forma ligera mis sentidos, mi alma se unió al universo, y a la par de las vueltas del mundo la cuenta regresiva era el paradero. De algún modo lo sentí, en un parpadeo casi cegador el encuentro que inevitable se ocasionó, hizo de mí sentir un temor desolado.


KAZ parecía entusiasmado, no dejaba de mirar el escenario, su sonrisa mostraba seguridad y sus manos que constantemente me acariciaban buscaban transmitir tan bella calma, sin embargo, mi interior era amargo, el tiempo era la prueba más cruel del dolor; al igual que la espera, no había otra forma de destruir mi ánima. De pronto apareció en la escena, entre un sonoro rugir de león y danzantes al ritmo de un tambor; el más bello de todos los hombres.


Inmediatamente, cuando las luces dibujaron la sombra de su figura un respiro fue arrebatado de mi boca y mi cuerpo involuntariamente se puso de pie, mi mirada quiso ser correspondida y sin importar los susurros que me pedían me volviese a sentar para dejar ver el concierto yo me concentre en su mirada, pero me la negaba.


Después de aquella magnifica presentación la verdadera magia inicio, los demás músicos aparecieron y con el mismo espectáculo se posicionaron en su lugar para dar inicio al show.


H-podría ser ZIEL, su forma de interpretar el arte es único, su cuerpo está oculto así que poco puede convencerme, pero alguna esencia de él me es conocida… ¡solo su mirar!, si el me mira yo terminare de comprobar que es él y al fin lo habré encontrado. Oculto en un teatro, ¿Por qué habría de esconderse?


KA-eso es lo de menos, si es él, al menos tendrás la calma de haberlo encontrado.


Después de haber buscado a ZIEL por tan solo tres días mi alma estaba mutilada, aquella desaparición consumía mi vida. A tiempo, para rescatarme llegó un rumor, se decía que él estaba oculto, llevaba su arte a algún rincón de este mundo con otro nombre, con otra apariencia, su intención fue solo buscar un refugio a la vida. Poco creí en aquello, pero no teniendo otra opción acudí junto a KAZ a una función artística con música en vivo, había decidido aquella en específico pues en la portada uno de todos los hombres me había conmovido.


La función dio inicio, y mi desesperación confundió mis recuerdos, fue la magia del anhelo y la desgracia de la fe.


Aquel hombre que robó mi suspiro alteraba el orden del espectáculo, sus movimientos bruscos denotaban una fuerza espiritual imponente, la música que del tambor creaba era penetrante; era el rugir de la tierra, y hacia enchinar mi piel. Sentía una gran familiaridad ante tal ser, y sumado a la forma en que me estremecía comencé a creer que realmente era ZIEL. La idea de haberlo encontrado me fue envolviendo, y entonces la actuación de aquel hombre me pareció bella, me fui convenciendo de él y termine por admirar su espectáculo.


Al llegar el final, y tras aplaudir corrí hacia el vestidor, como si fuese libre de una gran pena, el viento me acariciaba como si secara las lágrimas de días antes, y el nocturno cielo ofrecía la suficiente claridad para no detener mis pasos, menos aún para verlo.


Dentro del pasillo todos los artistas seguían portando sus máscaras y disfraces pertenecientes al show, observe presurosamente cada uno de ellos y no encontraba al que me pertenecía, ZIEL parecía haber vuelto a desaparecer, pero no era así, instintivamente voltee hacia la ventana de aquel pasillo y ahí estaba, tomaba aire fresco en un pequeño patio adornado de árboles.


Corrí hacia él y para evitar ser detenido por la seguridad del lugar tome una de las máscaras de los actores y emprendí hacia aquel patio.


Al llegar el viento había intensificado su fuerza y descontroladamente movía nuestro cabello. En un principio él estaba de espaldas hacia mí, pero tan pronto escuchó mis pasos volteo a verme, seguía con la máscara de su interpretación y debido a ello no lo pude terminar de reconocer, decidí quitar mi mascara y terminar con aquel misterio.


Él me reconoció, al tiempo que despeje mi rostro dio pasos hacia atrás, y su cuerpo parecía ligeramente inmóvil, sus labios dejaron escapar un respiro, pero sus ojos seguían ocultos en un antifaz macabro, que le daba un aspecto de bestia.


No me importo aquello, sentía un impulso ante aquella persona, un sentimiento de aprecio, su esencia removía mis recuerdos y sus movimientos en el escenario me flecharon, como hipnotizado estaba seguro de conocerlo.


Di pasos hacia él, pronto quería sujetarlo, quería ver su rostro. Cuando llegue tan cerca que tan solo el aire nos separaba comencé a rodear aquella mascara tenebrosa, y los latidos de mi corazón de intensificaron, en mi mente se repetía <<ZIEL…ZIEL…eres tú>>, al fin estaba floja, solo hacía falta dar un tirón a aquel disfraz, pero me vi interrumpido por su sonrisa discreta, pequeña, fría pero bella.


Aquellos labios no eran de ZIEL, menos aún su modo de sonreír, sentí miedo, un gran pavor me dominó, y cayó sobre mí el peso de la incertidumbre, mi cuerpo se alejó de él y con voz temblorosa pregunte:


H- ¿Quién eres?...-La brisa se volvió fría al igual que su efímera sonrisa, pero aquella calidez que seguía sintiendo ante él no desapareció. Fue la emoción por haber encontrado a mi amor la que se extinguió.


Él volvió a sonreír y aproximó su mano derecha para arrebatar lo que nos terminaba de hacer desconocidos, pero pronto fui sujetado por KAZ, llegó corriendo y me tomó para guiarme a la salida.


KA- vámonos tengo noticias de GACKT…- Aquellas palabras fueron abrumadas, fueron tiradas al olvido y ni siquiera llegaron a mi entendimiento, pues al mismo tiempo aquel hombre que tenía en frente arrebató su embozo, sus labios se unieron a un gesto de alegría y yo sorprendido solo pude pronunciar el nombre del pasado, el nombre de un recuerdo, el nombre del hombre que más había jurado amar.


H- ¡SAKURA!...eres… SA…KU…RA…

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