==========
INSTRUCCIONES ==========
A: Alejandra
H: Hyde
Y: Yamamoto
K: Kou.
N: Natsuki
R: Renata
=========================================================
Capítulo Doce.
Al día siguiente me levanto un poco más temprano de lo común para continuar con el siguiente paso de mi plan, así que salgo directo a mi trabajo, un tanto nerviosa por lo que pueda pasar pero tengo esperanzas que las cosas salgan como yo deseo.
A: Buenos días – Parece nerviosa al verme.
R: Buen día.
A: Siéntate Renata – lo hace – bien parece ser que tu nueva conquista es mi prometido, seré directa e iré al grano, yo ya estaba enterada que una mujer intentaba algo con mi pareja, bien sabes que las mujeres tenemos un por decirlo así sexto sentido para estas cosas, no pensé que fueras tú pero bueno ya que veo que lo eres, te lo digo niña, no pierdas tu tiempo, mi futuro marido solo tiene ojos para mi, ya pasamos muchas cosas que tú jamás podrías imaginarte y una niña no va a venir a romper todo eso, y te lo aviso yo no soy una competencia para ti por el simple hecho que no hay nada que pelear, Hyde es mío y si una rival mucho más fuerte y con una historia más profunda no pudo conmigo menos una niña inexperta como tú; no te pido que desistas pero si te lo advierto niña no sabes ni la mitad de lo que esto conlleva y las consecuencias a tus actos no van a ser agradables y por último he pedido que te cambien de turno al vespertino no quiero tenerte cerca mío ni mucho menos voy a dejar que andes acosando a mi prometido por las tardes así que retírate y preséntate con la enfermera de la tarde.
Renata se queda un momento pasmada pero se levanta y antes de salir voltea hacia mi...
R: No me va a quitar del camino tan fácil.
A: Eso lo se niña, se lo persistente que puedes ser pero te digo lo mismo, tu guerra es una batalla perdida no estas a mi altura.
Sale sumamente furiosa como lo deseaba, se bien que es muy impulsiva y si se molesta pierde la cordura, ahora cometerá errores y yo los aprovecharé para evitar que intente algo con Hyde.
Todo hasta el momento va bien y como he querido que pase, pero ya que he dado el paso más importante debo tener mucha precaución con lo que hago o puede salir todo mal, ahora tengo que dejar que las cosas fluyan poco a poco y dejar que las aguas tomen su curso normal para asestar mi siguiente golpe.
Han pasado varios días desde que me deshice de Renata como lo suponía intentó salir por las tardes pero gracias a mi consejo mi colega no se lo permitió, también y por fortuna mi relación con Hyde se encuentra nuevamente estabilizada parece que mi consejo ha ayudado a que él se cuide y sobre todo a que no pase tiempo de más en la oficina.
H: Ya llegué.
A: Que bueno – suena el teléfono y contesta Hyde pero al momento cuelga - ¿Quien era?
H: Número equivocado, voy a bañarme.
A: Si, cuando salgas ya estará servido para que cenes.
Hyde se va pero se ve muy molesto, estoy segura que me mintió pero el asunto es ¿Quien llamó?, me concentro en terminar de preparar la cena es lo menos que puedo hacer por él ya que es quien más aporta a la casa y quien realmente se esfuerza más.
Nuevamente suena el teléfono por lo que me apresuro a responder.
A: ¿Si?
?: Pasame a Hyde, por favor.
A: No se encuentra ¿Quien lo busca?
?: Renata, dile que espero acepte mi invitación a cenar.
A: Ok. - le cuelgo, a pesar que estoy furiosa trato de mantenerme calmada y con la cabeza fría.
Después de un rato sale Hyde prefiero no arruinarle la cena por lo que comemos tranquilamente ya después de un rato decido que es hora de continuar con mi plan.
A: Hyde te llamaron.
H:¿Quien? - se ha puesto inquieto.
A: Renata me dijo que espera aceptes su invitación a cenar – en mi mente me repito una y otra vez que debo estar tranquila.
H: Alejandra no pienses mal.
A: No he pensado absolutamente nada – le sonrío – solo me limito a darte el recado.
H: Necesito hablar contigo – por fin se decide.
A: ¿Qué pasa? ¿Qué Renata anda detrás de ti? Mi amor eso ya lo se – me acerco y beso su mejilla "Calma Alejandra" me repito – pero bueno tu sabes controlarlo ¿No? O ¿Necesito ir a golpearla?
H: No te rebajes, por supuesto que se controlarlo solo que es muy como decirlo...
A: ¿Necia? ¿Persistente? - asiente con su cabeza – lo se, acuérdate que trabajaba conmigo.
H: ¿Trabajaba?
A: Bueno – "habla despacio y con cuidado" – cuando me di cuenta que le gustas pedí que la pasaran al turno de la tarde, no puedo trabajar con alguien que me cuenta como intenta conquistarte ¿Estás de acuerdo?
H: Lamento no contártelo antes – me abraza.
A: Tus motivos tendrás, somos una pareja y adultos, no te niego que me molesta esto, ninguna mujer se siente cómoda sabiendo que otra quiere arrebatarte al hombre que amas pero también confío en ti.
H: Gracias por la confianza te prometo que me desharé de ella.
A: Lo se – "Eso espero por su bien" solo lo pienso debo continuar tranquila y como una mujer madura que soy, nada de peleas ni gritos o Renata aprovechara eso para ganar terreno.
Una vez aclarada la situación nos retiramos a dormir tranquilamente, como lo esperaba él tomo bien mi reacción pero aun continúa el problema llamado Renata y no se como actuar, el llamar a mi casa ya es demasiado pero no le voy a dar el gusto de enojarme ni de pelear con Hyde, no voy a caer en el juego de esa niña.
Desgraciadamente no puedo dormir por lo que me levanto de la cama, no tiene caso que este dando vueltas, tomo un poco de leche mientras veo la luna por la ventana, la calle se encuentra vacía a causa de la hora pero pronto veo llegar un automóvil y estacionarse frente a mi ventana, por un instante me lleno de miedo al pensar que podría ser el mismo de ya hace un tiempo pero inmediatamente arranca y se va; parece que no he superado mis temores del todo.
Me siento en el sillón y poco a poco comienzo a quedarme dormida; no se que hora es pero el frío comienza a molestarme por que abro mis ojos y en la penumbra veo una sombra mirándome, me sobresalto pero al instante veo que es Hyde.
H: Perdón no quise asustarte.
A: Solo tenía pesadillas – no quiero contarle como recaí.
H: Ven a dormir – agarra y sin pedir permiso me carga, luego me da un beso y hace tal cual una pareja recién casada me lleva a la cama, tengo la sensación que no me va a dejar dormir...
Con apenas dos horas de sueño me levantó para ir a laborar, me siento muy cansada y adolorida.
H: ¿como te sientes?
A: No quiero ir a trabajar.
H: Yo tampoco y ¿si nos quedamos? Podemos ir por el segundo asalto.
A: No seas payaso – me apresuro a salir de la recámara antes que ceda a sus caprichos.
Me dirijo a mi trabajo con mucha flojera y cansancio, solo quiero que termine pronto mi turno y poder regresar a la casa a descansar, justo cuando llego resignada a mi lugar de trabajo....
R: Buenos días.
A: Buenos días – esto debe ser una broma ¿Qué hace aquí?
R: Logré que me regresaran a este turno – maldita.
A: Si ya vi, bueno ponte a trabajar – tendré que ser paciente nadie dijo que esto iba a ser fácil.
Después de un rato que trabajamos en silencio prefiero salir a caminar dado que mi cansancio y el sueño me están ganando; camino un poco por el patio donde los pequeños niños juegan animadamente.
D: Buen día Alejandra
A: Buenos días señora Directora – rara vez se le ve fuera de su oficina.
D: Me da gusto verla conviviendo con los niños – la señora directora es una persona mayor, muy amorosa con los pequeños ya que según me contaron nunca se caso ni mucho menos tuvo hijos, por lo que los alumnos son como sus hijos – Quería platicar con usted sobre Renata.
A: Dígame.
D: Supe que había pedido un cambio de horario ¿algún problema con ella?
A: Solo considero que con la enfermera de la tarde ayudará más porque son niños más inquietos, solo eso.
D: Comprendo – veo que Renata se acerca a donde estamos – la veo agotada ¿Se siente bien?
A: Si, solo que no dormí eso es todo.
D: Cuídese no se vaya a enfermar, me retiro, con permiso.
A: Gracias.
La veo alejarse lentamente en dirección a su oficina, le tengo mucho cariño pues me dio una oportunidad cuando nadie más lo hacia y siempre desde que llegue me ha procurado mucho.
R: Parece que algo te preocupa, que no te deja dormir.
A: No me preocupa absolutamente nada, simplemente a Hyde le dio un ataque de lujuria en plena madrugada así que no dormimos – le guiño el ojo y me voy.
Me alejo ignorándola, se bien que le da coraje saber esos detalles y obviamente busco la manera de cansarla, de algún modo debe dejar de molestar aunque aun no se me ocurre como alejarla de nuestras vidas de manera definitiva.
Por la noche...
H: Ya vine.
A: Que bueno que llegas – me acerco y lo beso – ya esta lista la cena.
H: Gracias, tengo hambre; oye necesito contarte algo.
A: ¿Qué pasa?
H: Renata sigue buscándome en la empresa y ya me esta generando problemas.
A: Comprendo y me parece que ya es necesario tomar cartas en el asunto contra esta mujer.
H: Si ya hable para que le prohíban la entrada y ya me encargue que me cambien de horario para que deje de buscarme, también quería comentarte que va a haber una cena en mi empresa y quiero que me acompañes ¿Qué dices?
A: Claro, y ya no te enojes esa mujer no vale la pena.
H: Tienes razón.
Después de esto que me he enterado me siento más tranquila pues Hyde ha sabido darme mi lugar así que no me preocuparé más por esta chica, haga lo que haga no va a conseguir que nos separemos, aun así debo seguir teniendo cuidado con ella pues se bien que no se va a tranquilizar sino por el contrario va a continuar molestando, tal vez es hora de tomar medidas extremas.
Nuevamente no puedo dormir ahora si a causa de mi enemiga, me levanto nuevamente a la cocina y me asomo por la ventana con un poco de temor de que el automóvil de hace un año este ahí nuevamente pero por fortuna no hay nadie en la calle, por lo menos esta vez puedo quedarme observando la luna desde la ventana, siento algo raro un tipo de presentimiento de felicidad pero a la vez me dan muchas ganas de llorar ¿Porque? No lo se, solo siento unas inmensas ganas de llorar como si fuera a perder algo; tal vez solo estoy presionada por lo que me alejo de la ventana y regreso a mi recámara donde Hyde yace profundamente dormido.
Me encuentro en una playa viendo al horizonte, me encuentro sola y en un día soleado, soy feliz; las nubes comienzan a nublar mi bello atardecer pronto veo que el mar se ha pintado de rojo, veo el cuerpo de Hyde a mi lado completamente destrozado y una sombra manchada de su sangre yendo hacia mi.
A: ¡No! - despierto completamente agitada.
H: ¿Estas bien?
A: Si, solo fue una pesadilla – no consigo tranquilizarme fue muy real.
H: ¿Quieres un té?
A: No – me levanto – voy a tomar aire.
Me quedo un buen rato de la ventana en lo que consigo calmar mi ritmo cardíaco, no se porque tuve ese sueño tan espantoso pero realmente ha sido horrible, lo sentí tan real, solo deseo que esta sensación que algo malo va a pasar desaparezca.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario