sábado, 29 de agosto de 2015

The Shadow of ZIEL, capitulo 26



Capítulo 26 “Libertad”


Entre risas y música alegre KAZ parecía inalcanzable, su brillo al mirar era el más fino calor que alguien podía transmitirme, pero más bella aun su sonrisa, la cual no dejaba de mostrar ni a la hora de beber otro trago de licor. Se levantaba a molestar a SAKURA, pronto regresaba a mí para robarme una caricia, parecía el festejo de alguna victoria, el festejo de un cumpleaños; era el festejo de su vida.


En un principio me negué a aquella convivencia, pues yo solo podía pensar en ZIEL, y por otro lado la compañía de SAKURA me resultaba incomoda, no obstante, por la sola idea de complacer a KAZ comencé a disfrutar de su alegría. Al cabo de unas horas, en las que KAZ terminó de desbordar alegría, note que se encontraba invadido por los efectos del alcohol y opte por llevarlo a casa.


Una vez dentro del automóvil KAZ cerró los ojos y se perdió en un profundo sueño, el cual parecía feliz pues incluso dormido su risa era inquebrantable, así me propuse a arrancar el carro, ignorando completamente a SAKURA, sin embargo, al arreglar mi retrovisor alcance a discernir su imagen, a lo lejos él levantaba su mano izquierda en señal de despedida, inmediatamente frene el auto, ignorando que KAZ no llevaba puesto el cinturón de seguridad se dio un gran golpe en la cabeza, poco me importo, pues reconocí en aquella despedida de SAKURA al hombre que días atrás me había seguido, y que en todas las ocasiones se despedía de aquel modo.


Un ligero escalofrió recorrió mi cuerpo, incluso un temor que permanecía oculto se desato. Pensé: ¿Qué debía hacer?, ¿acaso era SAKURA quien me había seguido? Sin titubear quise zacear mi curiosidad, estacione el coche a la orilla de la calle, puse seguro a las puertas y regrese hacia SAKURA, dispuesto a saber la verdad.


Él parecía estar esperándome, fuera de su casa fumaba un puro, echaba el humo al aire y su sonrisa fría aparecía. Al verme, aquella sonrisa efímera incrementó. Sin decirme algo abrió la puerta de su casa y me invitó a pasar, accedí desconfiado, pero había mucho que solucionar.


S-¿a qué has regresado?, creí que KAZ debía descansar.


H- quiero saber si tú…


S-ya veo, vienes a hablar sobre lo que ocurrió en el hospital.-Aquella no era mi intención, pero también era algo que debía aclarar. Cometí el error de darle prioridad a mis sentimientos, y comencé a perder de vista mi objetivo inicial, fue fácil caer en aquella debilidad, pues después de tantos años al fin tenia frente a mí a un ser que había amado, al fin podíamos hablar sobre nuestro pasado.


H-sí, dime... ¿cuál es tu intención?, ¿por qué me has besado?, si en algún tiempo mutilaste el amor que te tenia, ahora ¿Qué buscas?... ¿los residuos que pudiste dejar?


S- aquel que regresa a un mismo lugar solo lo hace por dos motivos, el primero es porque no tiene otra opción, y el segundo es porque se dio cuenta de que era lo que realmente necesitaba.- Tomó mi cuerpo por la espalda, me abrazó fuertemente, coloco su cabeza a lado de la mía y con voz débil contesto.-…es la segunda, para mi es la segunda opción…


Aquella posición con la cual siempre me seducía, a mi parecer seguía teniendo encanto, debido a ello no pude oponerme.


H-¿entonces es la promesa; es lo que quieres volver real?


S- …eso mismo HYDE. ¿Aceptas?


Con todas las emociones a flor de piel, hubo un gran momento de silencio. Él notó inseguridad en mis pensamientos, incluso supo que aquel abrazo aun me resultaba cálido, mi mirada actuó como el reflejo de mis sentimientos, pues procuraba un gesto melancólico, en el fondo levemente alegre.


Se apartó de mi cuerpo y busco dentro de uno de los cajones de su mueble un cuaderno, cuando al fin lo tuvo en sus manos se volvió a mí, y con toda la intención de que cediera a su propuesta, mostro aquella prueba de amor.


S- ¿lo recuerdas?...es tu primer libreta de dibujos, era tan especial que en un cumpleaños me la diste como obsequio.


H-¡no puede ser!...aun la conservas.


SAKURA sabía cómo pausar el tiempo, y mejor aún, sabía remover las emociones viejas, desde la mañana, con el beso en el hospital, y ahora, con su atención refinada él me hacía sentir de diecisiete años, como el tiempo en el que le pertenecí.


Me senté tranquilamente a observar aquellos esbozos, los cuales eran del todo imperfectos y feos, pero representaban mi juventud, y en la mayoría ellos mi amor a SAKURA. Sin querer comenzamos a reír, en repetidas ocasiones hasta nuestras miradas se volvían a encontrar y la emoción era intensificada. Pasadas dos horas, el recuerdo llegó a su fin y con él, también llegó la hora de despedir, como debía ser, a un viejo amor.


S- ¿entonces…haremos la promesa realidad?...-Tomó mi rostro entre sus manos, lo aproximó a sus labios y levemente besó mi frente, sonrió sutilmente, y me miró tratando de encontrar una respuesta. El escenario se tiño de rosa, recuerdos que revivían el ayer; sin duda el más inocente de todos mis tiempos. Ahora, doce años después lo seguía teniendo frente a mí, acariciándome, hablándome con finos versos, seduciéndome cual si fuera el viento, me sentía suyo, como cuando lo ame, pero solo era una percepción falsa.


Para responderle guie mis manos a su rostro y lo acaricie, buscaba en él lo que antes me complacía tanto; su sonrisa. Cuando al fin la obtuve entendí que ya no era la sonrisa que antes me llenaba, vino a mi mente la única sonrisa que podía complacerme hasta destruirme de alegría, si, era la boca traviesa de ZIEL, ¡solo aquellos labios!


H-…tuvieron que pasar cuatro primaveras, cien noches, y miles de segundos acumulados en cuatro años para que volvieras, y ahora, cuando al fin lo haces aquella promesa carece de valor, porque no hubo nada que la alentara, incluso, me atrevo a decir que es porque amo a alguien más...


La mirada de SAKURA se estremeció, dejo caer sus brazos a los costados en señal de rendición, su sonrisa fría desapareció, extinta por el fuego de mi amor lejano a su correspondencia. Me sentía liberado, al fin libre de una vieja sombra, pues aquellas palabras no solo terminaban con SAKURA; en el fondo supe que también con KAZ, pues entendí, libre de penas, incertidumbres, y promesas incumplidas, que lo único que deseaba era estar junto a ZIEL. Renuncie a otros amores, sin importar que GACKT aun ocultase muchas cosas, me libere del orgullo, del odio, y del rencor, solo para dejar florecer al mejor de los sentimientos: el amor.


Pensaba todo ello, al tiempo que fui interrumpido por mi celular. Era KAZ, quien había despertado en el coche, preocupado de donde pudiese encontrarme. Atendiendo a su llamado me despedí de SAKURA, quien parecía melancólico, con un aura de profundo dolor ante mis palabras. En el fondo, pensaba el modo de poseerme, y yo, ingenuo creí que él se resignaría a mis palabras, peor que eso, se aferraría.


Al llegar al auto KAZ salió inmediatamente a abrazarme, como nunca antes arrebato de mis labios un dulce beso, parecía el ultimo, quizá lo era, porque hacía con mis labios lo que sus más profundas pasiones le ordenaban, incluso no pude detenerlo, él se aferró a mí, y durante varios segundos me dejó sin respirar. SAKURA escondido, observó.


Asimilando aquel besó tan pasional subimos al auto, conmocionado por la forma en que se había aferrado a mí no pude decirle adiós, menos aun cuando su mirada era sumamente melancólica, casi al punto de derramar lágrimas. Preocupado frene el auto y con temor a saber una verdad hiriente para ambos, pregunte:


H-¿Qué ocurre?...te veo triste.


KA- llegó la hora de despedirnos…claro, a menos que cambiaras de opinión, incluso en el fondo sé que no…pero por si así es, HYDE…mi HYDE ¿vendrías conmigo a Inglaterra?...no contestes ahora, pero solo puedes pensarlo esta noche ya que mi vuelo sale al amanecer…

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