domingo, 27 de septiembre de 2015

The Shadow of ZIEL Capítulo 27 Segunda parte



Capítulo 27 “Odio” Segunda parte.





…Sus palabras me atemorizaron, la sola idea de perderte me paralizó, el miedo se adueñó de mí, y queriendo evitar lo que parece inevitable accedí a sus deseos, te dije adiós, me aleje de ti, te cause dolor.


Tarde tiempo en entenderlo, tuvieron que pasar semanas para que mi mente se viera iluminada por la verdad, tuvo que pasar más de un mes para que el miedo se esfumara y me dejase pensar. Pero fue sobretodo aquella frase, el hecho de pensar que te causaba dolor lo que me hizo recapacitar. Investigue todo sobre tu enfermedad, apoye algunas investigaciones destinadas a eso, esperaba el modo de solucionarlo para que pudiera ir contigo libre de cualquier condena, libre de la amenaza de RYO. Eso también fue un sueño, quería saber que ibas a estar bien, quería escuchar de la boca de los doctores algo que me refirmara tu salud, tu vida, pero fue una mentira. Al paso de otras semanas supe que no había solución cercana, y entonces una profunda depresión se adueñó de mí.


Una mañana, una de entre todas en las que solía ir al mar a esperarte, apareciste, reviviste mi corazón, mi esperanza, mi alegría. No pude quedarme a la tuyo porque aún tenía la amenaza de RYO en pie. Entonces tuvo que pasar más tiempo, tuvimos otro encuentro y seguía sin poder decirte todo. Pero ahora, por fin le declare nuestra derrota.


Y digo nuestra derrota porque entendí que lo único que necesitaste fue mi compañía. Es verdad, no hay nada que hacer en contra de tu enfermedad… ¡no hay nada!...solo yo. Curare aquel dolor con mi compañía, como antes de que RYO apareciera. Con esa alegría, con esa pasión, con la misma locura de amarte hare que tu muerte sea lejana, nos haremos inmortales, pues este amor perdurara ante el paso del tiempo, ante el paso de la vida, ante los recuerdos crueles….haremos inmortal este modo de vivir, este modo que es el único que conocemos: amándonos.


Así que seca tus lágrimas, elimínalas de tu rostro de porcelana, borra toda huella de dolor pues estaré contigo. Se acabó el desastre, este es el fin de la desgracia, demos juntos el paso a la gratitud de vivir.


P.D: Estamos lejos, separados. Cierra tus ojos y piensa en mí…será el modo de pactar este comienzo.


ATTE: ZIEL.




La hoja de papel cayó al suelo, humedecida por incontables lagrimas que habían asomado de mis ojos. Mis manos aun temblaban y las letras que ZIEL había sellado en el espacio seguían intactas en mi mente. Tarde varios minutos en reaccionar, mi piel seguía erizada, mi respiración pausada, y mis ojos nublados. No quería creer lo que estaba escrito, incluso me negaba a hacerlo, pues un enorme odio nació en mi corazón, una sensación de desprecio, de coraje contra RYO, tuve ganas de buscarlo y golpearlo hasta que no me quedase fuerza, pero en lugar de hacer todo ello termine de rodillas en el suelo, contuve mi llanto y busque refugio en las palabras de ZIEL. Detenidamente leí la última parte, entonces el llanto regreso a mis ojos, esta vez, la sensación de rabia había disminuido, y mis sollozos fueron de alivio, alivio ante lo que parecía inevitable.


El dolor que desde la madrugada había aparecido se intensifico levemente, seguro era por la cantidad de emociones contenidas, mi cuerpo perdió fuerza y lentamente me quede dormido. Desperté por el sonido de mi celular, lamentablemente no alcance a contestar pero vi que eran diez llamadas perdidas, todas ellas provenían de TET. Angustiado por la cantidad de llamadas decidí marcar a mi amigo.


H-¿estás bien TET?...-Su respiración estaba alterada, incluso tardó unos segundos en contestar ya que trataba de calmar la agitación de su cuerpo.


T-¿has visto a SAKURA?


H- sí, ayer despedimos juntos a KAZ.


T-¿te hizo algo?... ¿se comportó extraño?


H- había muchas cosas extrañas en él, pero ya no importa, ahora tengo otras prioridades.


T-te equivocas HYDE, debes preocuparte. SAKURA ha sido quien te ha seguido semanas atrás. No puedo decírtelo por teléfono, pero iré a buscarte, debes ir con GACKT, te veo en el hospital donde se encuentra.


TET colgó el teléfono, una extraña sensación de temor me invadió, sensación que más tarde se convirtió en angustia, pues la sola idea de pensar que mi percepción era cierta y que era SAKURA quien me había seguido me daba escalofríos. Al subir al auto sentí como si alguien me observase, un nerviosismo inexplicable me invadió y mis movimientos se volvieron brutos, recordé la mirada perdida de SAKURA, incluso su risa de burla, la forma en que había tratado a KAZ; tan descortés, tan irónico, tan falso. Cuando todo ello se concentró en una sola idea termine de entender lo que TET había dicho…tenía razón, algo extraño había en torno a SAKURA. Pasó desapercibido, tal y como la vida pasa, en un parpadeo, tan fugaz que poco puedes notarlo.


Comencé a conducir, a tiempo llegó un mensaje a mi celular. El numero era desconocido, pero solo había dos opciones: RYO o SAKURA. << Tu soledad me complace, es mejor que cualquier compañía, terminaré yo mismo con el dueño de tus besos, así me cueste un suspiro pues quien se metió en tu vida formó parte de la mía>>. Tras leer aquel mensaje supe inmediatamente que ZIEL corría peligro, pues era el único dueño de mí. <<Que grave error cometí>>.


Pise el acelerador, sentía una enorme presión; era un sentimiento de zozobra. Como si alguien me pisara los pasos, era una sensación de pavor, tenía miedo a lo que pudiese suceder pues me enfrentaba a dos enemigos aferrados a un objetivo, ambos formaban parte de mi pasado, ambos simulaban una vislumbre; lo eran, eran mi sombra.


Eran las seis de la mañana, los primeros rayos de sol comenzaron a aparecer, pero aún era dominante la oscuridad, era el escenario perfecto para un crimen.


Cuando llegue a una cuadra cerca del hospital, vi a lo lejos estacionado el carro de KAZ, extrañado por la situación decidí desviarme he ir a verlo. Me estacione en el lado contrario de él, y antes de salir del auto recibí una llamada.


KA- te fui a buscar a tu casa para despedirme, pero no te encontré, supuse que estabas junto a GACKT, así que estoy cerca del hospital.


H- mi pequeño…mi KAZ, estoy detrás de ti, pero esto no será una despedida, al contrario, será el comienzo de algo más…porque tendremos que estar juntos.-Después de aquellas palabras colgué la llamada y baje del auto. Nos miramos siendo cómplices de nuestros recuerdos, en lugar de llorar o algo más, ambos comenzamos a reír, separados por cuatro metros de distancia, era el espacio de la calle, era el espacio de la muerte.


Él decidió caminar hacia mí, lentamente, sin dejar de vernos. El momento que parecía eterno fue interrumpido por el sonido de mi celular, el cual estaba dentro del auto. Al voltear a verlo vi también como un auto se aproximaba sin control, su velocidad fue fugaz, pero más fugaz fue mi suspiro al ver que aquel auto se dirigía a KAZ. Apenas me dio tiempo de voltear para advertirle,…pero fue tarde, cuando voltee el carro había golpeado a mi KAZUYA, lo había sepultado, lo atropelló.


H- ¡KAZ!...

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